El Monseñor Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, sostuvo que “la Iglesia siempre perdonó el crimen del aborto” y subrayó que “todo pecado tiene perdón si el pecador se arrepiente”. A su vez, cuestionó a quienes se manifiestan a favor de esta práctica que va “contra la vida humana”.

En su comentario semanal en el programa “Claves para un Mundo Mejor”, que se emite por Canal 9, Aguer clarificó aspectos de la Carta del Papa Francisco por el Año Santo de la Misericordia, recordando que “la misericordia humana consiste en atender a los pobres y la misericordia divina es perdonar los pecados”.

Sostuvo que por eso “queriendo que los “pecadores” se acerquen al perdón que Dios ofrece misericordiosamente, se ha referido a un punto muy delicado, muy doloroso: el pecado del aborto. Ha querido que el año próximo todos los sacerdotes del mundo tengan la facultad de absolver el delito del aborto”.

De inmediato se preguntó: “¿Y eso significa que la Iglesia hasta ahora no perdonaba el aborto? Así lo entendieron algunos periodistas. A mí me llama la atención que periodistas ilustrados, importantes, desconozcan tanto las cosas de la Iglesia de las cuales hablan. En esta circunstancia han señalado que ahora la Iglesia perdona el aborto. En realidad ¡La Iglesia siempre perdonó el aborto, siempre lo perdonó! Todo pecado tiene perdón si el pecador se arrepiente”, agregó.

Aguer explicó que “en el caso del pecado de aborto hay una particularidad: la Iglesia, para subrayar que se trata de algo muy grave, tan grave como lo es la eliminación de una vida humana, ha unido al pecado del aborto una censura, una pena de excomunión que está expresada en el Canon 1398. No sólo la mujer que aborta, sino todos los que participan en el aborto incurren en esta pena de excomunión; obviamente si son católicos. Si no tienen idea de que existe esa pena no incurren en ella y por eso, de hecho, cualquier sacerdote podría absolver a una mujer que viene a confesarse de haber abortado y en el diálogo pastoral manifiesta su ignorancia al respecto”.

En ese sentido, dijo que “existe el aborto, es un pecado grave contra el Quinto Mandamiento, la Iglesia para subrayar esa gravedad le ha unido una pena de excomunión; la Iglesia concede la facultad a los sacerdotes de levantar la excomunión y perdonar el aborto. ¿Lo empezarán a hacer ahora? No, lo hace siempre, lo viene haciendo siempre”.

A modo de conclusión dijo: “llama la atención no sólo el desconocimiento de los periodistas, sino que algunas agrupaciones proabortistas están festejando al Papa, también algunas agrupaciones de homosexuales, lesbianas y todas las otras combinaciones posibles, festejan como que ahora el Papa y la Iglesia ya no reconocerían el aborto como pecado. Lo ven como un paso adelante hacia la posición que ellos sostienen. Es un disparate eso”.