Unos 70 mil usuarios de las líneas de colectivos Este y 520 continuarán sin el servicio: los choferes decidieron seguir con la medida de fuerza que iniciaron el lunes tras no llegar a un acuerdo en la reunión conciliatoria realizada este mediodía. El martes habrá un nuevo encuentro.

Son muchos y variados los reclamos, pero a la reunión de esta mañana en la sede local del Ministerio de Trabajo en calle 56 los choferes llegaron con tres puntos “innegociables”: la reincorporación de los despedidos, que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) abra elecciones para elegir delegados y que se dejen sin efecto todas las sanciones que hubo desde marzo a la fecha por espejos rotos, pasajeros pasado de parada, etc.

“Logramos un punto y medio a favor”, explicó a Infoplatense Daniel Figueredo, uno de los choferes: la empresa prometió la reincorporación de los últimos 5 trabajadores despedidos y los otros 20 serán “revisados”; sí se logró la eliminación de las sanciones desde marzo a la fecha pero no hubo acuerdo sobre abrir la mesa de elecciones para delegados en la UTA.

“(El titular del gremio, Oscar) Pedroza pone de excusa que el acuerdo de traspaso de la línea 7 al Este Expresso aún no está homologada y por eso no podemos tener delegados pero es mentira”, se queja Figueredo. Y agrega: “no hay buena comunicación porque nosotros no somos sus títeres y eso molesta”.

Los 280 conductores de ambas líneas están afiliados a la UTA pero reclaman su delegado. A principio de año, la empresa Unión Platense sumó los servicios de la Este y la 520 a su extensa cantidad de líneas concesionadas. Lo que argumentan en el gremio es que faltan cuestiones burocráticas que llevar adelante para dar curso a la elección del representante.

Corte de calle. La reunión de mediación de hoy comenzó con el pie izquierdo cuando no se les permitió a los choferes sentarse a la mesa en la que ya estaban los empresarios y los sindicalistas. Los choferes cortaron la calle y finalmente uno logró entrar junto a su abogado.

La UTA intenta negociar por sus representados, pero los choferes prefieren negociar ellos mismos porque –afirman– el sindicato no respalda todos sus reclamos. “Nosotros tenemos una postura y ellos otra, fuimos a comprar pan y nos quisieron vender miga”, graficó Ezequiel Carone, uno de los choferes, en diálogo con la agencia de noticias BlancosobreNegro. Y más: “Nos parece muy raro, quien nos tiene que defender estaba negociando. Los de la UTA hablan como si fueran los empresarios”.

Los choferes sostienen la medida de fuerza bloqueando la salida de los micros del galpón ubicado en el kilómetro 8 de ruta 11. La empresa intenta mediante la vía judicial recuperar las unidades y restablecer el servicio con otros conductores. Pero los trabajadores se mantienen firmes. Saben que sin colectivos no hay servicio y sin el servicio sus peticiones trascenderán.

La huelga cumple su quinto día hábil y continuará al menos hasta el martes, cuando las partes vuelvan a reunirse para intentar arribar a un acuerdo. Además de la reincorporación de despedidos, elección de delegados y dejar sin efectos sanciones, los choferes buscan que se respete la extensión de la jornada laboral de 7 horas 40 minutos –denuncian que trabajan hasta 16 horas por día–, que haya baños en las terminales y ropa adecuada, entre otros puntos.