Con un ingreso al escenario muy relajado, Andrés dio inicio al primer show en Argentina después de tres años en este formato. Alta Suciedad fue el tema elegido y como una ráfaga vinieron 6 más para calentar motores. “En el día de la Mujer Mundial”, “Cuando no estás, “Crímenes perfectos”, “Rehenes” y “Algún lugar encontraré”, pasaron sin ninguna palabra de Andrés, cosa rara en él. Tal vez concentrado en lo que vendría.

Y así fue que promediando la mitad del show invitó al escenario a Cachorro López, Gustavo Bazterrica y Melingo para formar una vez más y después de muchos años Los Abuelos de la Nada, con las ausencias físicas pero no en nuestros corazones del gran Miguel Abuelo y Polo Corbela, amigos que se fueron primero.

“Marinero Bengalí” y “Costumbres Argentinas”, canciones que no fueron tocadas en vivo por la banda desde el 14,15 y 16 de junio de 1985 en el Opera, fueron los temas elegidos y debo admitir que me quedé con ganas de más. Al ser un show en donde no era un público exclusivo de Calamaro, tal vez no lograron dimensionar lo que significaba semejante hecho, pero fuera de esto las lágrimas brotaron y el corazón latió más que nunca en muchos seguidores que presenciaron ese histórico momento.

El show siguió con “Carnaval de Brasil” y cerró con los alucinantes “Estadio Azteca”, nueva versión y “Paloma”, para cerrar una noche mágica.

Andrés Calamaro está en Argentina presentando su trabajo. Hoy, en el Personal en formato eléctrico y formato acústico los días 10 y 11 de diciembre en el Teatro Gran Rex.

Calamaro sigue trabajando fuerte: publicó un libro (Paracaídas y vueltas) y editó un disco (Romaphonic Sessions) manteniéndose en constante movimiento: “porque dicen que me fui si siempre estoy volviendo”, alguna vez dijo Andrés parafraseando a Troilo, y así es, el gran Andrés ha llegado y vamos a disfrutarlo por lo menos hasta diciembre en suelo argento.

Salud Salmon, ¡te estábamos extrañando!