El show de Andrés Calamaro en el Rex, contado desde adentro

Viernes 19 Abril, 2024

El show de Andrés Calamaro en el Rex, contado desde adentro

Martes 13 de Diciembre de 2016

Potente e íntimo, la presentación de El Salmón contado en primera persona por Hernán Zlotnik.

Noche esperada con ansia por los salmones, volvía el comandante y serán cuatro Gran Rex totalmente agotados. Ya nos había regalado hace unos días su show eléctrico en el Personal Fest y hasta nos sorprendió gratamente con la vuelta de Los Abuelos de la Nada, pero esta vez sería distinto.

Andrés, atravesando un momento especial; tantos shows en ese cuero curtido lleno de experiencia como para mostrarse distinto. Y así lo hizo.

Con un trío que no es power por lo eléctrico sino por lo talentoso, con Germán Wiedemer (piano), Antonio Toño Miguel (contrabajo) y Martín Bruhn (percusión), sumados los coros de Juan de Benedictis y Mariano Domínguez, logrando el clima y la perfección sonora en un espectáculo digno de enmarcar.

“La libertad abrió el camino igual que PAPO, me pregunto muchas veces…”. Esa fue la primera ovación del público, cuando El Carpo sobrevoló el teatro con un Andrés vestido de negro y un pañuelo rojo en el ojal, impecable. Solemne, podría decirse.

No fue hasta el tercer tema que pronunció el ¡buenas noches Buenos Aires! El saludo tan esperado para iniciar esa complicidad con su público, atento a cada movimiento como sólo se puede apreciar en un concierto íntimo.

Brindó un repertorio ideal recorriendo toda su carrera. Ansia en Plaza Francia, Flaca, Carnaval de Brasil, Para no olvidar, Quien asó la manteca, Paloma, 7 segundos, Mi enfermedad y algunas licencias como Por esa puta costumbre, del gran Cacho de Buenos Aires. Párrafo aparte fue escuchar Himno de mi corazón tocado y cantado con el alma, mientras un coro de 3.500 personas lo arropaban con su Oh,Oh,Oh!

Hubo tiempo para todo. Hasta para emular a un torero con su saco mientras la multitud gritaba Ole,Ole,Ole!. Y con un pasodoble desde los parlantes marcando la despedida, todos ellos en el centro del escenario con los brazos levantados, cerrando el primer día de deleite para los amantes del gran salmón.

Antes de entrar me encontré con el escritor Sergio Marchi y al final con Rolo, cantante de La Berisso; diversidad de arte, diversidad de gente, diversidad de almas, un mismo sentimiento. Andrés Calamaro.