Los indicios recabados hasta el momento por los investigadores fueron suficientes para la jueza de garantías Marcela Garmendia, quien hizo lugar al pedido de la fiscal Leila Aguilar. El prestamista Ariel Maydana (39) y su pareja Flavia Rodríguez (32) abandonaron a su beba de 5 meses y desaparecieron horas después de los asesinatos del cirujano Guillermo Luna (65) y su esposa, Laura Favre (42).
Las pruebas que comprometen a los prófugos son contundentes. Sus huellas dactilares fueron halladas dentro de la 4×4 Kía Sorento donde se hallaron los cuerpos, una semana atrás, en Gorina. Además, durante un allanamiento a su casa se encontraron vainas servidas y proyectiles completos de los mismos calibres que las armas homicidas: 9 milímetros de la marca brasileña CBC y .45 u 11.25, de Fabricaciones Militares (FM).
El otro dato contundente que compromete a los prófugos es la actitud que tomaron tras los crímenes. Horas después, ambos pasaron por la casa de la madre de ella, en el barrio Campamento de Ensenada, y dejaron a su beba de 5 meses al cuidado de la abuela. La mujer dijo a la policía que “estaban asustados” y “prometieron volver en unos días”. Fue la última vez que se supo de ellos.
La mujer, que prestaba servicio en la comisaría de Gonnet y donde por abandono de trabajo ya tiene un sumario administrativo, se movilizaba aquel día en un Ford Fiesta. La policía pidió registros de cámaras de monitoreo urbano y de los peajes para reconstruir el camino y acercarse al paradero de los sospechosos.
Aún se aguardan los resultados de los cotejos sobre los perfiles genéticos de Maydana y Rodríguez con los obtenidos de restos de sangre hallados en la camioneta y una toalla encontrada a 300 metros del escenario del crimen, pelos, y dos guantes. Todo se comparada, además, con las vainas y plomos que quedaron en la camioneta. De ser positivo se convertiría en evidencia.
Continúa siendo una incógnita la posible participación de un tercer atacante, dato surgido con el hallazgo de un rastro digital dentro de la camioneta. La Policía Científica comprobó que se trata de un hombre con antecedentes penales que hasta hace poco tiempo estaba preso. Hasta el momento la Justicia no sabe –o no reveló– si el misterioso hombre se conocía con las víctimas o los acusados. La única certeza es que estuvo dentro de la camioneta.
El doble crimen del cirujano Luna y la esteticista Favre se perpetró en la noche del lunes 22 en la calle 490, entre 136 y 137, de Gorina, en las afueras de La Plata, y los cuerpos de las víctimas fueron encontrados dentro de una camioneta Kía Sorento negra, patente HRK440, que apareció chocada contra una torre de alumbrado y con las luces prendidas, luego de haber derribado postes.
