Esta es una batalla política que como todas se juega en la mente y el corazón de la gente.

Con esa rara mezcla, para los personajes políticos en la Argentina, de mujer común de clase media con mirada dulce y algo ingenua pero con una imagen final de aquel jugador de póker que aguanta cualquier apuesta porque confía en su juego, la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires da combate político y ni se queja ni pide tregua.

Nada ha mejorado, al menos aún en los temas centrales de la provincia, pero las principales encuestas la muestran “punteando cómodamente” sobre el propio Macri y de los principales referentes de la oposición como Massa.

 Al menos en imagen, después se verá en votos.

Las encuestas también reflejan el duro momento por el que pasan los bonaerenses y el aumento de las dudas acerca de las políticas nacionales en cuanto a su efectividad, en los territorios más duros al oficialismo, el Presidente solo consigue  poco más del 37 % de adhesión y un poco más de 50 % en el promedio global, sin embargo no aparecen “cargos directos” a Vidal de las penurias.

Los principales analistas explican este “fenómeno” en que Mariú no solo mantiene sino que ha reforzado su imagen de David contra Goliat, que se forjo en su triunfo electoral y a “que ahora está enfrentando a los nuevos Goliat: la reforma policial, la lucha contra el narcotráfico, la educación, la salud y la siempre demorada reforma del sistema de justicia de la provincia.

Pareciera que la gente en la provincia, al menos una muy buena parte, quiere cambiar porque ya no da más.

La investigación cualitativa muestra que vastos sectores transversales creen que la oportunidad para lograrlo es ella, le han entregado un crédito político que solo es producto de la intuición popular, dificil de analizar y más dificil aún saber cuánto más puede crecer o por el contrario cuando puede desaparecer ese “vinculo” que está centrado en el sentimiento y en la necesidad de tener esperanza.

El reino de lo intangible.

Vidal a no dudarlo es “la inesperada espada” que le permite a Macri atravesar el año en condiciones políticas “razonables” y por si fuera poco ser competitivos electoralmente para las elecciones de medio término.

Dicen que escucha.

Dicen que no tiene que fingir los sentimientos. Las cosas le llegan.

Dicen que en su cabeza ya tiene armado el esquema electoral con el que tratara de darle al Presidente el triunfo en la provincia.

Dicen que sabe conducir y contener.

Dicen que sin lugar a dudas tiene impronta propia.

Dicen que ya “molesta” a algunos habitantes de la “rosada”.

Lo que sí podemos afirmar que sin duda María Eugenia Vidal será la gran protagonista nuevamente de una elección pero esta vez sin ser candidata.

Quizás por ello Massa piense en Stolbizer como candidata, desenganchándose de la inevitable interna que se jugara el peronismo en esta elección, sopesando no bajar al campo de batalla.

Especulaciones probables.

Mientras tanto, Vidal seguirá “haciendo kilómetros” dentro de su provincia porque sabe que “nada reemplaza a que la gente tome contacto con ella”.

Ella lo necesita.

La gente lo necesita.

(*) Analista y Consultor político.