El mismo día en se realizó una nueva marcha para pedir justicia por Renzo, el niño de 7 años que cayó de un séptimo piso en un edificio de 9 entre 56 y 57, se conocieron los resultados de la reconstrucción realizada hace algunas semanas, la cual no descarta que otra persona haya participado del hecho provocando la caída. Esos resultados complican la situación del padre del chico y de su pareja, contra quienes apunta Ángela Donato, la madre que este marte volvió a reclamar la detención.

"No sabemos cómo trascendieron estos resultados, pero están indicando lo que vengo diciendo desde un primer momento", dijo a Infoplatense la mujer, ya entereda de esos resultados. Informó también que el martes sus abogados irán a Tribunales a confirmar esa información a averiguar cómo sigue la causa. Ella pretende que se cambie la carátula de la causa y se defina la detención del padre del niño.

Los resultados se conocieron después de que Ángela y sus allegados concentraran frente al Normal 3, establecimiento al que concurrió Renzo, al cumplirse dos meses de la muerte del niño. Esa pericia, realizada por la Policía Científica dice en un tramo: “No podría descartarse la participación de un tercero como desencadenante de los sucesos”.

También se indica que “que de las experiencias realizadas y en función de los resultados obtenidos, no puede descartarse la posibilidad de que la víctima, al momento de su caída, tuviera sujetados, en una o en ambas manos, los dardos con ventosas” que aparecieron en el patio interno donde terminó su cuerpo y que en un primera versión se indicaba que se le habían caído previamente. El padre, al declarar, había dicho que Renzo se había caído cuando quiso buscar un juguete.

La pericia también dice que “la posición en la que se encontraban el andador infantil y el ventilador hacen inferir que no facilitarían la acción de escalamiento”. Estos eran los objetos que, según la versión inicial, Renzo habría utilizado para escalar el balcón.

Por el análisis del charco hemático, los peritos concluyeron que “necesariamente el cuerpo que la generó debió tener una velocidad inicial, producto de un impulso, del que no puede establecerse, fehacientemente, su etiología”.

Además, agrega que “no se observa ningún elemento que sobresalga del plano de la pared, más precisamente de las líneas de caída desde la ventana hacia el estacionamiento, que podrían generar un cambio de trayectoria al momento de la caída”.