Tras no poder superar una grave enfermedad, este sábado 18 de febrero falleció Caio Armut, un entrañable de nuestro ambiente del rock.

No es fácil describir a un polifacético. Hacía de todo. No era mi amigo, pero forma parte de la familia del rock platense y por lo tanto lo sentimos con el alma.

Pipo Cipolatti presentaba su libro y me llamó para sacarlo al aire y dar promo. Y a partir de ahí siempre estábamos en contacto y le tengo un gran respeto por lo hecho para ayudar a bandas y a quien lo necesitara. Supo de fortunas y de pelear el mango. Es emocionante leer los mensajes de muchísimas personas amigas y de aquellas que simplemente alguna vez lo cruzaron.

Sembró mucho en nuestro suelo platense y hoy vemos que no fue en vano; siempre en su Vespa girando por la ciudad o con su vaso agitando a alguna banda en el Pura, su casa.

Esta noticia tempranera de sábado nos dejó paralizados y sin saber bien cómo reaccionar. Calculo que en el fondo todos pensamos lo mismo, despedirlo con música, con un vaso lleno y entre lágrimas brindar a su salud. Creo que merece ser recordado desde su energía y felicidad, esa que transmitía, desde la pasión que nos mostró.

Se fue un personaje hermoso de nuestro rock aun sin tocar ningún instrumento. Se fue uno de los nuestros. Un integrante de la familia del rock platense. Pero siempre nos acompañará por la vieja estación o pasando a mil por calle 8 con su jopo impecable.

Salud Caio. Levantamos los palillos, la viola, los bajos y toda la orquesta brindará por siempre a tu salud!