Una docente del colegio San Cayetano, situado en 44 entre 29 y 30, fue amenazada de muerte por un alumno para que apruebe a quienes deben rendir hoy un examen. Recibió una carta en un folio junto a una bala. En el texto le advierten que si no aprueba a los alumnos la matarán a ella y a su familia y le prenderán fuego la casa. La mujer radicó la denuncia y en el colegio decidieron poner a otra profesora al frente de la evaluación.

María Marta Adam (50) es profesora de Físico – Química, una de las materias más difíciles y hoy debía tomar exámenes a los alumnos de cuarto año. Dice que en 30 años nunca le pasó algo así y advierte que no sabe si podrá seguir, pese a que está a un paso de jubilarse.

En la denuncia que radicó en la comisaría Cuarta, quedó asentado que en la carta el agresor –quien aún no fue identificado- escribió “Mi amigo te va a estar apuntando y mirando por la ventana (durante) todo el examen”. La carta que encontró en su domicilio estaba envuelto en papel madera y dentro había una bala. La nota decía: “Le informo que necesito aprobar física el 21 de febrero sí o sí para no repetir y cuento con usted. Voy a estar listo para todo. Un amigo va a entrar conmigo con el uniforme del colegio prestado y un arma. Cuando yo le dé la señal, él te va a disparar, se cambia la ropa y escapa”.

Y más. “Todo esto se puede evitar si aprobás a todos los chicos que rindan ese día, menos los que entreguen en blanco. El examen tiene que ser sumamente fácil, sólo teorías, definiciones y algún cálculo sencillo”. Le pedía, además, que mientras los alumnos se copiaran, ella debía mirar “hacia otro lado” y le pedía que “distraiga al resto de los profesores (…) Estuve pasando varias veces por tu casa, ya sé a qué hora llegás y te vas, quién entra y sale”.

“Cuando salgas de tu casa, mis amigos te van a seguir paso por paso para que no hagas nada raro, porque tenemos varios bidones de nafta para incendiar tu casa cuando estés más indefensa, durante la noche, si es que no seguís lo que ya te expliqué”, añadía la nota.

También le advertía que en el colegio había un “recordatorio”. Sobre la mesa de examen prevista para hoy había una inscripción con aerosol.

“Que nadie más se entere, porque balas me sobran para vos y todos los que vivan en tu casa. Seguí todo al pie de la letra y todo va a salir bien”, finalizaba la carta.

Además de la denuncia inicial en el comisaría Cuarta, la docente radicó otra por “amenazas calificadas”, a expensas de la recomendación que le hizo su abogado. En el colegio, por su parte, le comunicaron que sería reemplazada en el examen por otra docente. Al mismo tiempo, la mujer contó que algunos alumnos se solidarizaron con ella.

“Alumnos del mismo curso al que le iba a tomar el examen se solidarizaron conmigo y me dijeron que están muy preocupados con lo que me pasó. Yo todavía no sé qué voy a hacer, además ya había mandado el telegrama para jubilarme, estoy en el tramo final de mi carrera”, indicó la docente.