Este fin de semana largo la ciudad ofrecerá diversas actividades culturales en relación a la celebración del carnaval. Uno de los eventos que se suma a la grilla son las visitas guiadas en el Museo de Ciencias Naturales, que abrirá sus puertas el lunes y martes para que los visitantes puedan recorrer la sala de etnografía y tengan un acercamiento a los  rituales que conforman el carnaval.

Con entrada gratuita y en dos turnos (a las 14 y 16 horas), esta propuesta para todo público ofrecerá adentrarse en la historia del carnaval. La encargada de especificar acerca de los orígenes de esta celebración fue la antropóloga Rosana Menna, quien integra la División de Etnografía del Museo de La Plata: “los carnavales son una consecuencia cultural producto de la colonización del territorio americano por los europeos, suponen una subversión ante el poder”.

La fiesta del carnaval se celebra desde tiempos antiguos en el viejo continente y, por lo tanto, en los países que aceptaron el cristianismo. Pero cabe aclarar que en América Latina, la celebración fue adecuándose de acuerdo a las particularidades culturales de cada pueblo. “El carnaval es un proceso de simbiosis cultural conformado por múltiples y numerosas vertientes que coadyuvan para que cada región tenga sus muy particulares carnavales”, destacó Menna. La antropóloga agregó que al festejo del carnaval se le teme por su “carácter subversivo del orden y del statu quo” y tal cual señalan diversos especialistas, está “estrechamente ligado a la relación con los periodos históricos y los gobernantes del momento y su orientación política”.

Un momento clave es la Quema del Rey Momo del carnaval, pero tras este ritual todo vuelve a ser como antes, pues la sociedad vuelve a sus lugares reservados. La antropóloga del museo aseguró que suele argumentarse que “tanto desenfreno pide a gritos la restauración del orden, pero las críticas al poder ya fueron hechas. Y si pensamos en los orígenes tan antiguos del carnaval, sin libertad de expresión, el humor ha sido el recurso para canalizar y expresar esas críticas”.

Las máscaras y la personalidad

Como todo ritual, los fundamentos del carnaval se encuentran en un mito que le otorga sentido a las acciones y figuras. En esta ocasión se recurre al enmascaramiento, un acto a través del cual se transgrede el límite entre el mundo natural y el sobrenatural, entre la persona y el personaje que se representa. Es por eso que durante el carnaval la máscara tiene un gran protagonismo, pues permite adquirir una personalidad transitoria, romper la barrera de los vivos y los muertos.

En el norte de nuestro país, los grupos de pobladores chiriguano y chané celebran la ocasión con una fiesta que dura casi un mes. Todo comienza con la confección de las máscaras, denominadas genéricamente aña-aña. Estas son muy variadas, con formas de animales, figuras humanas, dibujos geométricos, caladas y pintadas. Algunas se caracterizan por tener una prolongación encima de la cara, a modo de “peinetón”, llamada hanti.

Para la decoración de las máscaras se utilizan colorantes naturales: el blanco se obtiene de un caracol, el negro del carbón vegetal, el verde de las hojas de ají, y el amarillo y rojo del fruto del movió uruku. Durante el carnaval, además de la máscara, el chané envuelve su cabeza con trapos y viste pantalón, camisa y un largo y pesado poncho de lana que porta durante toda la ceremonia.

Durante estos dos días de carnaval, los visitantes podrán ver más de cien máscaras recolectadas por Enrique Palavecino, que pertenecen a la División Etnografía del Museo y  se exhiben en la Sala “Espejos Culturales”. Esta será una gran oportunidad para apreciar el valor estético y simbólico de estas máscaras, que fueron utilizadas en la celebración del carnaval.