El regreso del ferrocarril Roca a City Bell fue frustrado esta mañana por un grupo de vecinos que realizaron un corte en la estación de Hudson reclamando que la formación tenga una parada allí, al igual que en la Pereyra. Por ahora no está previsto que eso sea así porque lo andenes no están todavía preparados para los nuevos trenes eléctricos.

Todo estaba listo para que a partir de hoy, entre las 9 y las 10, quede habilitado el tramo que une Berazategui y City Bell, en el recorrido del tren que tiene como destino final la terminal de Constitución. Debido al reclamo, el servicio aún no funciona.

"Hace un año y seis meses que estamos esperando una estación", señaló uno de los voceros de la protesta y reclamó "al menos andenes provisorios para que la gente no pierda cinco horas para viajar a Buenos Aires o a La Plata".

Los manifestantes, con banderas y batiendo palmas, se instalaron esta mañana sobre las vías ferroviarias para reclamar a la empresa que disponga una estación para que los vecinos de la zona puedan tomar el tren a diario. 

Los vecinos cuestionaron a las administraciones de Cristina Kirchner y Mauricio Macri por no terminar a tiempo la estación Hudson al señalar que desde 2015 "fueron haciendo por etapas la electrificación y largando los trenes".

Los vecinos reclamaban, en ese marco, que la empresa termine las obras para que puedan tomar el tren en esa localidad.

Las históricas paradas no serán habilitadas en tanto no se avance en la adaptación de sus andenes, que deben ser elevados para coincidir con las puertas automáticas de los coches de origen chino que prestarán el servicio. Por eso, ya el viernes los vecinos se movilizaron con nutridas protestas en las que se quejaron porque, a diferencia del resto de las estaciones, allí no están hechas las aceras ferroviarias definitivas ni las provisorias. En conclusión, el tren no va a parar y temen quedar aislados.

De acuerdo a la planificado, estaba previsto que la primera formación saliera a las 4.55 de Plaza Constitución para volver a territorio platense después de más de un año y medio. Suspendido desde septiembre de 2015 por las obras de electrificación del ramal, los nuevos coches unirán ambas estaciones en alrededor de tres cuartos de hora y con una frecuencia -en una primera etapa- cercana a los treinta minutos.