Polémica por un predio de Gonnet entre una escuela especial y un club de fútbol

Viernes 29 Marzo, 2024

Polémica por un predio de Gonnet entre una escuela especial y un club de fútbol

Lunes 20 de Marzo de 2017

El establecimiento educativo denuncia “usurpación” e instalación de barreras arquitectónicas para chicos no videntes. El club responde y apela a un convenio firmado el año pasado.

Una dura polémica se instaló en Gonnet entre la Escuela Especial N° 515 y la Sociedad de Fomento Polideportivo por un predio por el cual habían firmado un convenio de uso conjunto. Mientras las autoridades del establecimiento educativo y los padres de los alumnos, algunos de los cuales han cortado el Camino Centenario para reclamar, hablan de ocupación con instalación de estructuras que son un obstáculo para chicos con problemas de visión; la institución deportiva responde con los términos del convenio que habían firmado y niegan que con las obras realizada se haya puesto en peligro a los niños.

El conflicto explotó a la opinión pública con algunas acciones visibles de la comunidad educativa, incluido cortes en el Camino Centenario como el realizado este lunes. Previamente enviaron una nota a la Jefatura distrital de la Dirección de Escuelas. En ellas, los padres del establecimiento educativo de calle 495 entre Camino Centenario y 14 expresan: “Pusieron una bomba de agua un alambrado y postes olímpicos y demás obstáculos en medio de un campo de deportes donde nuestros hijos ciegos o disminuidos visuales practican sus actividades deportivas o donde aprenden el uso del bastón”.

“Al día de hoy todo sigue igual pero nosotros los papás no vamos a bajar los brazos hasta volver a ver ese campo como lo fue siempre, un campo donde nuestros hijos pueden caminar libremente”, enfatizaron al tiempo que enviaron una nota similar a dicha Sociedad de Fomento, la cual –según dicen- que nunca fue respondida.

Por su lado, las autoridades de la Sociedad de Fomento expusieron su versión de la polémica a través de un extenso comunicado en su página de internet, en la que acusan a la directora de la escuela Sonia Maluendres y al Presidente de Asociación Cooperadora, Leandro Glattstein de difamar a la entidad “de la manera más perversa que existe, que es poniendo a los alumnos del Colegio como frente de batalla en esta discusión”.

“Dejamos en claro que para nada entorpecimos el funcionamiento de los alumnos, sino que por el contrario, refaccionamos todas las instalaciones y transformamos un campo de pastizales, hierros oxidados, carteles abandonados, pozos y escombros, en un campo de deportes de altísima calidad para práctica deportiva. Estas instalaciones, obviamente, que están aptas para la utilización de los chicos”, explican.

“Esto lo resolverá la justicia y por eso, no era nuestra intención hacer pública esta situación. Pero debido a los agravios, el texto siguiente es la pura verdad de los acontecimientos”, agregan, antes de historiar en torno a la relación con la escuela.

Cuentan entonces que a principios de  2016, debido a la gran demanda social, el club amplió su estructura deportiva sumando a más de 450 chicos y se inscribió en la Liga Amateur Platense de Fútbol (LAPF), la única que contiene a los chicos a partir de los 12 años.

Para llevar adelante este proyecto firmaron un convenio con la Escuela de Educación Especial N° 515. El registro del mismo es una foto de la directora del establecimiento educativo con el presidente del club, Marcelo Lulkin, figura contra la cual los padres cargan como artífice de la usurpación.

El mismo –dicen- era de mutuo beneficio para utilizar los terrenos ubicados en el Camino Centenario y 495 de Gonnet, “con la idea de integrar los chicos deportistas a la vida de los alumnos del colegio y viceversa”. “Este acuerdo incluyó la asociación de todos nuestros chicos a la cooperadora del colegio”, dicen las autoridades de la Sociedad de Fomento.

Pero de un día para otro, y tras la colocación de un alambrado exigido por la Liga, comenzamos a tener problemas con la directora, quien nunca argumentó con precisión cuál era perjuicio. A partir de allí, la docente junto a la inspectora del colegio, comenzaron a instarnos a que quitemos el alambrado, aduciendo la existencia de un informe técnico/pedagógico que indicaría que el alambrado significa una barrera arquitectónica para sus alumnos”.

“Esto generó asombro entre nosotros ya que ese alambre estaba paralelo a uno que ya estaba puesto en la Escuela. Por lo tanto, ese argumento también debería correr para el alambre anterior. Asimismo, no se puede hablar de barrera arquitectónica cuando antes de nuestra llegada ese lugar significaba un peligro real para los alumnos, donde había una gran cantidad de escombros, ramas, pastizales, carteles publicitarios, hierros oxidados, pozos”, agregaron.
Denuncian además que con la profundización del conflicto y la ruptura del diálogo, las autoridades de la escuela “cambiaron los candados y no permitieron el ingreso de nadie del Club”. Aseguran que quedaron materiales y objetos de valor a los cuales no pudieron acceder más.

En medio del conflicto las partes consensuaron participar y dejar la situación en manos de la máxima autoridad pedagógica, la jefatura distrital, para determinar las características del convenio firmado, el informe técnico de las cualidades del alambre perimetral y el resto de las mejoras realizadas por el club.