A las piñas y botellazos. Así terminó la noche del sábado en el boliche Cortez. Parte del local quedó destruido y pese a la intervención policial todo se calmó recién cuando cientos de asistentes abandonaron el lugar. Fue tal la batahola, el descontrol y desconcierto que aún se intenta determinar qué fue lo que causó el enfrentamiento entre dos grupos de personas. La fiscal aguarda los videos registrados por las cámaras de seguridad del lugar y del Municipio para deslindar responsabilidades. Analía Medina, hija de Juan Pablo “el pata” Medina, dirigente de la Uocra local, a los gritos en la vereda.

Los hechos se desataron en la madrugada de ayer en el boliche ubicado en 44 y 17 cuando el lugar estaba repleto de gente. Gritos, corridas, piñas. Volaron banquetas y botellazos en medio del griterío. La mayoría de las personas no entendía qué pasaba y atinó a salir del lugar corriendo.

Testigos contaron que todo comenzó con una discusión en la zona media del boliche, cerca de los baños, donde se desató un intercambio de palabras que en segundos fueron gritos y empujones.

A metros de la barra, rodeada de varios hombres, Analía Medina, hija del reconocido sindicalista “Pata” Medina, parecía ser el centro de atención. “Pensamos que quedaba todo ahí, en una discusión, pero cuando se llevaban a la piba se pudrió todo: nos fuimos para atrás cuando vimos que alguien tiraba un balde con botella y todo”, relató un testigo que debió bordear todo el salón a los empujones para salir.

Era tanta la gente involucrada que la gente de seguridad del boliche no pudo controlar la situación. Ni la policía, que llegó alertada por los propietarios del local, pudo detener los incidentes. Una vez afuera, se vio a la mujer presa de un ataque de nervios y arrastrada por algunos hombres hasta un auto de alta gama en el que finalmente se fue.

Los dueños de Cortez radicaron una denuncia en el comisaría Cuarta y la fiscal que interviene en el caso, Virginia Bravo, espera ver las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad del interior del boliche y las de la Comuna, para deslindar responsabilidades.