"Temor vecinal y despliegue por un hombre que se habría metido a un descampado con una niña", decía ayer un mensaje en Twitter de un portal de Gonnet. Fue uno de tantos que se multiplicaron por las redes sociales. También Facebook fue caldo de cultivo para que el alerta creciera y rápidamente se convirtiera en una suerte de psicosis. El caso mencionado al inicio no tuvo desenlace: el supuesto sujeto nunca apareció, tampoco la víctima y en ningún momento hubo denuncia de desaparición alguna.

El rumor situaciones semejantes se repitieron en otros puntos de la ciudad, incluso en pleno centro, como las zonas de Plaza San Martín o el Bosque. Los comentarios proliferaron y los supuestos ataques fueron tema recurrente en muchos grupos de WhatsApp. Sin embargo la Policía aseguró no tener ninguna denuncia concreta. Y la única actuación fue la mencionada, entre Ringuelet y Hernández, en el descampado 134 y 515 bis.

Igual, ante tantas versiones, las autoridades de la Departamental local decidieron montar un dispositivo de patrullajes que arranca a las ocho de la noche y finaliza a las dos de la madrugada. 
La alarma en el punto más crítico se dio  cuando una mujer avisó que un hombre había llevado por la fuerza a una nena de unos tres años a ese descampado. Los móviles del Comando no tardaron en llegar y se decidió acordonar todo el perímetro del terreno, que tendría una extensión de dos manzanas.

En ese operativo “se utilizaron ocho patrulleros y seis motos, pero no se encontró nada vinculado con los dichos de esa vecina. Ni siquiera un rastro”, explicó un jefe policial mencionado por el diario El Día en su edición de hoy.

El mismo vocero mencionó que “hasta los propios habitantes del barrio se sumaron a la búsqueda, pero sin resultados. Tampoco tenemos que haya menores desaparecidos y, mucho menos, que alguien se haya llevado uno por la fuerza. Creemos que son rumores que se instalan y que generan estos problemas”.

Sobre este episodio, la fiscal penal en turno de La Plata, Leila Aguilar, ordenó que se instruyan actuaciones por “averiguación de ilícito” y que, por prevención, se agoten todas las diligencias probatorias. Sin embargo no hay nada concreto que sustente la causa.

Más difuso aún son los restos de los casos, donde siempre el "boca en boca", pero nunca de alguien directo que lo denuncie, extiende el rumor como reguero de pólvora.

En el caso de Plaza San Martín y sus alrededores, se habla de que serían dos delincuentes, quienes se han aproximado a distintas mujeres con un ardid. Los mensajes de advertencia dicen que cuando uno logra captar la atención de la víctima, el cómplice aparecería por detrás y, con un pañuelo que le pone en la boca, que tendría alguna sustancia para adormecerla, intentan arrastrarla hacia un vehículo. 
Pero, al menos hasta ahora, el ámbito de la denuncia sigue siendo tan virtual como las redes sociales. No hay ningún caso registrado en sede policial.

La trafic blanca

Esta situación recuerda a otra ocurrida hace algunos años en La Plata, cuando se instaló el rumor de que una “Trafic blanca” realiza secuestros de niños. Siempre, a través de las redes sociales, se alentó la versión de que se trataría de una banda de traficantes de órganos. Pero nunca se encontró nada de cierto para corroborarlo.

Las denuncias virtuales hablan de vecinos que vieron una camioneta de esas características en el preciso momento en que “levantaban” a los menores. La Policía siempre aclaró que que no existió información sobre la actuación de una organización con ese modus operandi.