Un hombre condenado a siete años de prisión por abuso sexual y beneficiado con libertad condicional el 3 de abril pasado por la Justicia platense fue detenido el último martes en la localidad de Abasto acusado de golpear, robar e intentar violar a una joven de 22 años.
En medio del fuerte debate por la liberación anticipada de condenados por abuso sexual, a partir del trágico caso que tuvo como víctima a Micaela García en la ciudad de Gualeguay, Entre Ríos, el hecho ocurrido por estas horas no hizo más que potenciar la polémica.
Osvaldo Oscar Sequeira (27), quien cumplía una pena de 9 años de prisión por una violación, logró la libertad antes de purgar la totalidad de esa sanción y concretó otros cuatro ataques sexuales, todos en cercanías de su domicilio de Olmos. Pese a que su condena se cumpliría recién en 2019, desde septiembre de 2016, Sequeira estaba en la calle.
El pasado lunes redujo a una mujer en 183 entre 38 y 39 y la llevó hasta un descampado donde, en un intento de violación, le provocó heridas con una navaja en una mano, en una rodilla y en el muslo derecho. La víctima pudo zafarse y escapó corriendo. Pidió ayuda a una vecina y la trasladaron hasta el Hospital Romero donde fue atendida.
Según los datos aportados por la joven, los vecinos se pusieron en alerta y se sumaron más denuncias por hechos similares sucedidos en los últimos días en 44 y 185, 38 y 183 y en 42 y 185. La preocupación hizo que la gente del barrio empapelara con afiches la zona para prevenir a posibles víctimas y hasta pegaron la foto del presunto violador.
Este martes a la tarde, el sujeto fue visto en una casilla ubicada en 183 entre 36 y 37, donde aparentemente vivía, y los vecinos se juntaron para lincharlo. “Intentaron prender fuego a la vivienda con el ex convicto adentro”, dijo un jefe policial. Personal policial se presentó en el lugar y aprehendió a Sequeira. La gente, ofuscada por no hacer justicia por mano propia, apedreó a los móviles policiales.
Por disposición del fiscal Fernando Cartasegna, una consigna policial se quedó en el lugar para preservar la casa y las posibles prendas de vestir que bien pueden ser elementos claves para la investigación penal.
