El 31 de marzo pasado empleados de la empresa Edelap retiraron el medidor y dejaron sin luz a Chispita, uno de los emprendimientos solidarios que la obra del padre Carlos Cajade tiene en Los Hornos, al que cada día concurren entre 60 y 80 niños a desayunar, almorzar y merendar. Desde entonces, hace casi un mes, la casita ubicada en 151 entre 70 y 71 se tienen que arreglar como puede para seguir adelante, pese a que la deuda que se había generado y motivó el corte ya fue saldada hace rato.

El problema arrancó ese día de marzo, pero tuvo su origen “administrativo” antes, cuando la Municipalidad de La Plata, encargada a través de un convenio de larga data de pagar por ese servicio, decidió cambiar la metodología: ahora los emprendimientos solidarios pagan y después les es reintegrado el dinero. El primer mes no hubo notificación de la modificación y muchas cuentas quedaron impagas.

“Tuvimos que salir a regularizar la situación de varios emprendimientos, pero en el caso de Chispita, cuya deuda ya quedó saldada hace más de 15 días, no logramos que la empresa vaya a reinstalar el medidor”, cuenta a Infoplatense Daniel Cajade, uno de los responsables de la administración.

La situación se hace insostenible dada la alta demanda que Chispita, un centro de día que tiene casi 20 años de historia, tiene a diario de los chicos que concurren para garantizarse la comida diaria.

Al centro de día van chicos de entre 5 y 12 años y Chispita trabaja a contraturno. Un grupo de chicos va a la mañana, desayuna y realizan actividades o hacen la tarea escolar. Y luego llega el otro turno, que almuerza, juega, hace taller de prevención y toma la merienda.