Araceli no pudo

Viernes 26 Abril, 2024

Araceli no pudo

Viernes 28 de Abril de 2017 3

En el último mes hice un montón de cosas: subí a un avión, estuve en otro país, escuché gente hablando otro idioma, caminé mil calles, viajé en ferry, me reí hasta llorar; volví, me emborraché con mis amigos, jugué con mis sobrinos, fui a trabajar, visité a mis abuelos, empecé una carrera nueva en la facultad; tomé mate, tomé birra, tomé sopa, tomé taxis, tomé el bondi, tomé una diagonal como atajo y fui y vine a casa más veces de las que puedo contar.

Pero Araceli, no. Araceli no pudo. Porque tres semanas atrás, mientras yo atravesaba todo eso, Araceli moría y se quedaba sin futuro. No, no es así como quiero decirlo. No tengo ganas de usar ese eufemismo. No "moría" porque sí, no "moría" accidentalmente: mientras yo vivía, a Araceli la mataban y le rompían el cuerpo, el presente y el futuro en mil pedazos. ¿Por qué? porque un hombre -probablemente varios- decidieron que eran los dueños de su vida y su destino y así se deshicieron de ella y la cubrieron de cal y cemento.

Escribo y se me estruja el alma. No habrá para Araceli viajes, ni mates, ni amigos, ni sobrinos, ni trabajo, ni risa, ni encuentros, ni calles, ni nada. Veo su foto, la veo sonreír y la quiero abrazar. Quiero hablar con ella, quiero decirle que no está sola, quiero pedirle perdón por esta sociedad enferma que la condenó a este final de mierda sólo por haber nacido mujer. Quiero explicarle que, aunque no nos conocimos, su partida injusta y temprana me dejó sin aliento.

No quiero más esto. Pienso en las mujeres de mi vida, las que amo y me sostienen. Mis amigas, mis sobrinas, mis hermanas, mi tía y también en mi vieja, que la otra noche me dijo "avisame cuando llegues". No quiero este mundo para nosotras. No quiero prender la tele y escuchar que encontraron el cuerpo despedazado de otra mujer más. No quiero acostumbrarme a eso. No quiero; no puedo volver a leer que un diario se pregunte cómo iba vestida o con quién se acostaba; no quiero salir a la calle con miedo ni temer por las demás, no quiero más pibas que no vuelvan a sus casas, ni una mujer muerta cada 18hs, ni más violadores sueltos, ni más cuerpos mancillados, ni más futuros destrozados. No quiero esta rabia ni este nudo en la garganta. No quiero otra Araceli. 
Paren de matarnos.