Darío Murúa Torres, uno de los acusados de liderar una banda que estafó a policías y agentes de otras fuerzas de seguridad con cursos, seminarios y diplomaturas con títulos "truchos" de la Universidad Católica de La Plata (UCALP), se suicidó cuando era inminente su detención.

El hombre se disparó en la boca en su casa de la ciudad de Córdoba momentos antes de que la policía lo detuviera. En el lugar fueron encontradas cartas que el hombre le dejó a su familia.

Murúa y Héctor Daniel Hernández están acusados de entregar títulos apócrifos a efectivos de distintas fuerzas de seguridad de San Juan, Córdoba y Tucumán.

Fernández es director de la carrera de Licenciatura en Criminalística de la Casa de Estudios platense. Los dos dictaban las clases y también habían contratado como docentes a prestigiosos profesionales. 

La oferta académica era promocionada a través de las redes sociales y con volantes publicitarios que dejaban en las comisarías.