La ley de linus establece que todas nuestras motivaciones se pueden agrupar en tres categorías básicas. Y el progreso consiste en ir pasando de una categoría a la siguiente como fases de un proceso de evolución. Las categorías son, por este orden, "supervivencia", "vida social" y "Entretenimiento". Las dos primeras fases tienen explicaciones que saltan a la vista. El entretenimiento es el ajedrez. Es la pintura. Es el ejercicio mental que comporta cualquier intento de explicar el universo. Entretenimiento es algo intrínsecamente interesante y capaz de plantear desafíos. Y la búsqueda de entretenimiento constituye sin duda un fuerte impulso para producir más allá de las limitaciones.

Mi carrera estuvo siempre marcada por dos cosas: La independencia rabiosa a la hora de producir y que todas las propuestas que encare siempre fueron un poco a contrapelo de lo que se estaba haciendo. Seguramente vivir en La Plata potenció esas decisiones. Para un platense, Buenos Aires está en un abrir y cerrar de ojos -literal si uno viaja en micro seguido a la capital-, pero para alguien que vive en capital La Plata es un paraje lejano, de acceso complejo y casi inexplorado. Producir desde La Plata es casi una declaración de principios. Producir desde una ciudad que históricamente ha sido sinónimo de diversidad cultural y resistencia no nos limita, nos diferencia. Sobre todo porque la universidad además de contenernos y formarnos nos obliga a absorber referencias cinematográficas, literarias, musicales y estéticas de todo tipo, producto de la diversidad de los alumnos que la pueblan, provenientes de todo el país.

Mis primeros pasos fueron dentro del cine de horror, algo impensado a finales de los años 90’ en Argentina. Debimos superar prejuicios, limitaciones económicas y tecnológicas, pero finalmente hicimos un camino dentro de este género y acompañamos el crecimiento de muchos colegas nacionales y Latinoamericanos. Ese camino -como el de otros realizadores- contribuyó a generar las condiciones institucionales para que hoy el cine de género sea una realidad, sustentada a base de producciones de calidad y con un público ávido de productos locales.

Hace unos días, un colega muy querido como Juan Pablo Domenech (guionista de “Luna de Avellaneda”, “Entre Caníbales”, “Vientos de Agua”, “La niña Santa”, entre otras) me dijo una frase que me va a servir para resumir la génesis de “Belisario, el pequeño gran héroe del cosmos”: “Cada vez que empezás algo importante, cada vez que empezás una historia de amor, un gran proyecto, o algo que te apasiona, por más que te hayas preparado toda la vida y sientas que estás listo, en algún momento la realidad te exige más. En algún momento la realidad te pide que te acerques a un precipicio y saltes al vacío. Y lo único que podés hacer es esperar que en algún momento de la caída te crezcan alas”.

La primera vez que entré al Planetario ciudad de La Plata volví a sentir la misma sensación que cuando vi a Drew Barrimore en una pantalla grande a los 6 años. Ansiedad y mucha curiosidad.  

La pantalla apaisada de los cines tradicionales no tiene comparación con el formato en el que proyectan los planetarios más avanzados como el de nuestra ciudad. En el domo -una cúpula semiesférica- de un planetario se proyecta al doble de calidad de un cine tradicional. Ese formato se llama "Fulldome".

El fulldome es actualmente el mayor formato audiovisual del mundo. Junto con un sonido envolvente la experiencia sensorial inmersiva es completa sin recurrir a dispositivos auxiliares como es necesario en el 3D o en la realidad virtual. Mientras que en una producción tradicional el espectador es alguien externo a la pantalla, en el domo es el centro: la acción transcurre a su alrededor, adelante, atrás, arriba, a los lados.

Salí y caminé las calles que separan mi casa del planetario, pensando que todo lo que había aprendido en la universidad no alcanzaba para generar un proyecto para ese lugar. Tuve que resetear mi cabeza. Empezar de cero.

Me acerqué a Pablo Santamaría, el encargado de contenidos del Planetario, y encontré un compañero de aventuras increíble. Otra persona que siempre había ido a contrapelo. Y otra persona dispuesta a tirarse al vacío esperando encontrar la clave durante la caída. En diferentes charlas, Pablo me comentó que sería interesante que el primer proyecto en este formato sea sobre la historia de la Astronáutica Argentina. Me contó sobre "Belisario" -primer ratón que Argentina puso en órbita a finales de los 60- y me pareció que el desarrollo era perfecto para una serie animada para chicos.

Allí se empezó a armar el equipo. Ezequiel Suarez Greck, Alberto Peña, Cintia Peri y German Suracce se convirtieron en los pilares sobre los cuales apoyarse. Hay más, no muchos más, ya que el equipo fue muy reducido por el acotado presupuesto con el que contamos.

Alguna vez, Carlos Vallina me dijo que había que rodearse de gente sabia para crecer. En nuestro caso no convertimos en esponjas que absorbimos todo lo que pudimos del otro. No encontramos referentes a nivel Latinoamericano y los pocos que hay a nivel mundial no comparten información.

Si uno hace una comparación rápida con contenidos producidos por ejemplo en el Planetario de New York, se encuentra que se disponen de presupuestos que rondan los 3 millones de dólares, con equipos de unas 70 personas y que tienen un tiempo de producción de 3 años. "Belisario" ha sido llevado adelante con software libre, por un equipo de unas 12 personas, con un presupuesto mínimo y se ha desarrollado en menos de 2 años.

Todo el proceso ha sido pionero. Con "Belisario" se ha tenido que re escribir los estándares que se toman para el cine tradicional, tanto a nivel imagen como a nivel sonido. Ningún otro proyecto en nuestro país ha tenido un diseño similar. Todo este desarrollo se logró desde La Plata y con talento local. Un producto desarrollado desde la universidad pública, y con una concepción lúdica y entretenida de la divulgación científica.

Un producto 100% platense que no tiene antecedentes a nivel Latinoamericano.

Mi mayor anhelo es que todos los asistentes a las funciones de "Belisario, el pequeño gran héroe del cosmos" sientan ese sentido de pertenencia y ese orgullo que siento yo de ser platense y de poder seguir creciendo y produciendo desde nuestra ciudad.

"Belisario, el pequeño gran héroe del cosmos" se proyectará durante todo el año, los sábados, domingos y feriados a las 15.30 y 18 horas, con entrada totalmente gratuita (se retiran media hora antes de cada función) en el Planetario Ciudad de La Plata.

La serie está producida por el Planetario Ciudad de La Plata, dependiente de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata, en coproducción con el estudio de animación Celeste Estudio Creativo y la productora Cut to the chase, con financiamiento del Centro Tecnológico Aeroespacial de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata y el apoyo de la Dra. Alicia Cruzado, decana de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas.

Para más información:

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