Pelusa no podrá viajar en avión: siguen evaluando cómo trasladarla a Brasil

Miércoles 01 Mayo, 2024

Pelusa no podrá viajar en avión: siguen evaluando cómo trasladarla a Brasil

Martes 30 de Mayo de 2017

Se descartó que el ejemplar más antiguo del Zoo pueda viajar por aire: supera las medidas de la aeronave. Ahora, especialistas se preguntan si resistiría el viaje terrestre, que dura cerca de 3 días.

En el caso de que el traslado de Pelusa se concrete y se dirija al único santuario de elefantes latinoamericano -situado en pleno Mato Grosso, a 2.800 kilómetros de La  Plata- se definió que su viaje tendrá que ser, finalmente, por la vía terrestre. La idea de mudarla del Jardín Zoológico al extenso predio de Brasil en un avión Hércules se descartó porque la altura del animal -3,20 metros- supera por mucho la de la nave, que llega a los 2,75 metros. Ante este panorama, la situación podría complicarse, pues un viaje por ruta en camión demanda más de dos días y puede llegar a resultar mucho más estresante para el ejemplar que un vuelo de tres horas.

Todavía no hay certezas sobre si efectivamente Pelusa dejará el paseo del Bosque y, en tal caso, cuándo lo haría. Se requiere de gran cantidad de documentación y diversos trámites para poder sacarla de la Argentina e ingresarla al país vecino. Además, la “reina” del Zoo local está enferma, padece una infección en las patas traseras, y si bien con un tratamiento específico que le suministran su salud evoluciona en buena dirección, antes de avanzar en el proyecto de traslado el Municipio quiere asegurarse de que sufrirá lo menos posible durante el viaje, por lo que se tiene que prever un programa muy riguroso y con un equipo de atención que pueda resolver cualquier inconveniente que altere el bienestar de la elefanta. Para dar un paso en ese sentido, se espera el dictamen de la facultad de Ciencias Veterinarias, que aconsejará sobre cuál es la mejor alternativa para el animal.

Entre las medidas que tomó el Zoológico para evaluar la posibilidad del traslado de Pelusa pidió el asesoramiento de la Comisión de Bienestar Animal de la facultad de Veterinaria de la UNLP, que se expedirá en los próximos días sobre la conveniencia o no de los riesgos de realizar el viaje al santuario ‘Global Sanctuary for Elephants’.

Al mismo tiempo, en línea con la política de erradicar los sistemas de encierro de la fauna, el Zoo porteño también inició tratativas para llevar a uno de las elefantas de la colección -Mara- al santuario del país vecino.

Mientras tanto, se realizan tareas de reacondicionamiento en el ambiente donde vive Pelusa, un espacio de unos 900 metros cuadrados con un sector cubierto y otro al aire libre. La pododermatitis que posee la anciana elefanta le impide movilizarse con normalidad y le causa diversas alteraciones en su salud. Para amortiguarle el impacto de los pasos se instalará un piso de caucho con el fin de generar un suelo más cómodo.

Además, se prevé la ampliación del recinto y la cobertura de uno de los sectores con una base de piedra balastro, la cual le permitirá al ejemplar transitar por todo el ambiente. En tanto, Pelusa sigue una estricta rutina alimentaria y un trabajo especial de estimulación pensado como entrenamiento frente a la posibilidad de que se concrete su traslado.

A esta instancia de toma de decisiones se llega después de que especialistas de España, Inglaterra, Brasil y diversas provincias argentinas conformaran una mesa de trabajo para evaluar el estado de salud de ‘Pelusa’ y se estudiaran diversas medidas para optimizar su salud y calidad de vida.

Pelusa tiene 50 años y es la huésped más antigua del Zoológico platense. De origen asiático, llegó a la ciudad en diciembre de 1968 con dos años de edad, procedente de un parque de Hamburgo, Alemania, por un sistema de canje. En sus primeros meses de estadía compartió el ambiente con otra elefanta, Keny, que murió al año. Desde entonces ha estado siempre sola, sin la compañía de ningún individuo de su especie.