La Plata necesita volver a la senda del desarrollo

Jueves 28 Marzo, 2024

La Plata necesita volver a la senda del desarrollo

Lunes 19 de Junio de 2017

En 1974, el Gran La Plata tenía 126.300 establecimientos industriales en actividad. Tres décadas después, con la devastación que provocó la brutal crisis de 2001, ese conjunto se había reducido a 85.000. En el mismo lapso, se perdieron más de medio millón de puestos de trabajo en esas industrias. Más allá de los fríos números de las estadísticas, puede resumirse toda esa destrucción de fábricas en un concepto simple, pero terrible: medio millón de habitantes de nuestras ciudades (La Plata, Berisso y Ensenada) y de localidades vecinas, se quedaron sin empleo. Perdieron alternativas de ingreso, posibilidades de desarrollo, de crecimiento, de ascender socialmente y mejorar su calidad de vida. Perdieron la posibilidad de soñar con un futuro mejor. Muchos, se quedaron afuera del sistema directamente.

¿Qué pasó en ese período para provocar semejante daño al tejido productivo y social de nuestros partidos? Repasar los números con una mirada histórica nos permite descubrir que los procesos más brutales de destrucción de empleos y fábricas en La Plata y su área de influencia coincidieron con la dictadura y la década de la convertibilidad. En síntesis: ocurrieron en los dos períodos en que en la Argentina se aplicaron políticas económicas neoliberales.

Desde que asumió el gobierno nacional de la Alianza Cambiemos y gobierna Mauricio Macri, esas políticas neoliberales volvieron. Pero volvieron recargadas, furiosas, brutales en lo económico y político (porque la dictadura las aplicó con la brutalidad de la represión). Apertura de las importaciones indiscriminadas, la caída del poder de compra de los salarios y de los ingresos de las familias no formalizadas en el mercado de trabajo, aumentos descomunales en las tarifas (eléctricas, de gas), incrementos en los combustibles, en los peajes, en toda la escala de impuestos… Neoliberalismo puro, otra vez. Teniendo en cuenta lo que sucedió en los anteriores casos señalados, ¿alguien puede decir que este nuevo período tendrá un final diferente?

Es claro que no. Y la tercera podría ser la vencida para muchas empresas, o para los miles de comercios asfixiados por esta nueva/vieja realidad económica que los puso contra las cuerdas.  Y para sus trabajadores. ¿Podemos poner límite a esto? ¿Evitar ese desenlace fatal que se llevará puestas a familias enteras?

Sí. Podemos poner límites. Podemos frenar el desastre. Podemos volver al bienestar, la solidez económica que teníamos como país hasta hace apenas 18 meses. Está claro, a la luz de todo lo que está pasando, que más que "pesada" esa herencia es cada vez más "preciada". O apreciada, si se me permite el juego de palabras.

 El gobierno de Cambiemos ya lo dijo: "No tenemos un plan B". Y todos dan por hecho que, tras las elecciones de octubre, el ajuste que se propone el macrismo será todavía más feroz. El futuro no tiene porqué ser tan terrible. Y, lo más importante, existe un plan alternativo y que demostró ser exitoso más de una vez. Como desde hace más de 70 años, el peronismo se propone dar la pelea política y electoral para rescatar a La Plata, a Morón, a Purmamarca... a la Argentina de las políticas de destrucción sistemática del aparato productivo.

El Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires trabaja –y con él, todos quienes pertenecemos a él- el desarrollo de medidas que nos permitirán a los platenses, a la provincia y al  país volver a la senda de desarrollo. Esto implica la toma de decisiones en materia económica complejas y esencialmente políticas. Y lo trascendental de esto, es que el primer paso está en manos de la sociedad. La democracia que supimos conquistar, defender y sostener nos permitirá, el próximo octubre, dar el primer paso hacia la reconstrucción. Nos permitirá poner freno a una destrucción que se ve en nuestras calles, con menos autos circulando, y en cada emprendimiento que tiene menos clientes, menos demanda… Menos trabajo. Es fundamental comprender que esto que se proponía como “lo nuevo” atrasa un siglo. El voto nos permitirá recuperar la senda del desarrollo.

(*) Economista. Integrante de la Comisión de Economía del Peronismo Bonaerense