Una abogada, docente de la UNLP y de la Universidad Católica de La Plata (Ucalp), renunció a esta última e hizo público los motivos difundiendo la nota en la red social Facebook. Allí explica su desacuerdo con la postura de la Universidad respecto del fallo de la Corte Suprema de Justicia que otrogó a un represor el beneficio del 2x1. "Siendo la declaración por ustedes efectuadas tan alejada a los valores personales que rigen mi vida y en los que se enfocan a educación de mi hijo, en un tema tan trascendente para nuestro país, es que presento mi renuncia a mi cargo de docente de la institución", dice en el tramo final de una exposición en la que argumento su desacuerdo con la postura del establecimiento.

La reacción fue de Florencia Rossomando, la docente renunciante, se dio después de que la UCALP emitiera un documento respaldando la decisión de la Corte, usando como propios -incluso- algunos de los argumentos que ya había esgrimido el obispo platense, Monseñor Héctor Aguer.

“El respeto a las instituciones no significa ‘obediencia debida’. Si bien la Corte Suprema tiene la última palabra por ser el último tribunal nacional, no significa que los ciudadanos más quienes trabajamos desde el lugar del derecho no insistamos en que aquellas sentencias que entendemos agravian o vulneran derechos sean modificados”, expresó la abogada.

“Evidentemente quienes pensamos así, nos vemos ‘retados’ no sólo por la Corte que se encargó de ‘avisar’ previamente que ‘no acataría’ las recomendaciones de la CIDH, sino de las instituciones que desde su lugar levantan la voz para fortalecer a aquellas sentencias que apañan los crímenes más terribles y aberrantes que enfrenta nuestra historia, mitigando sanciones a genocidas con fundamento en la interpretación básica y lineal de un par de normas”, continuó.

“La sentencia prefiere fundar su decisorio apuntalada en una cuestión meramente procesal como el principio de la ley penal más benigna, acallando otros derechos que conforman el orden jurídico de nuestro Estado, en un delito de ‘lesa humanidad’. Así, la misma desconoce los principios de proporcionalidad de la pena y de favorabilidad, los cuales deben aplicarse en interacción para justamente evitar que la condena penal no sea una virtualidad, sino real y efectiva”, argumentó Rossomando.

Y apuntando contra el fragmento que remite a Aguer expresa: “Mucho más hiere la defensa encarnizada del fallo, con cita de Monseñor Héctor Aguer sobre estos temas, contradiciendo íntegramente la sustancia de la doctrina social de la Iglesia que predica”.

“En consonancia con todo lo expuesto y siendo la declaración por ustedes efectuadas tan alejada a los valores personales que rigen mi vida y en los que se enfocan a educación de mi hijo, en un tema tan trascendente para nuestro país, es que presento mi renuncia a mi cargo de docente de la institución”, concluyó.