Distintas organizaciones sociales y políticas de La Plata concentraron esta mañana en la céntrica esquina de 7 y 50 para repudiar el desalojo violento realizado por fuerzas de seguridad de la planta de la empresa PepsiCo en Vicente López. La concentración arrancó cerca de las 9, una hora después de que se ejecutara una orden judicial de liberar la empresa que estaba tomada por los trabajadores.

Los trabajadores, que mantenían una vigilia desde el 20 de junio cuando la empresa comunicó el cierre de dicha fábrica y decidieron ocupar la planta en defensa de los 600 puestos de trabajo, se atrincheraron en la terraza del edificio para resistir el desalojo. La policía avanzó de manera violenta, con palos y gas pimienta. Pasadas las ocho de la mañana lograron forzar el portón de entrada.

Desde el corte de calle en 7 y 50, la dirigente Luana Simioni, precandidata a concejal por el FIT en las próximas PASO, contó a 221 Radio que tiene información de siete trabajadores detenidos y cargó las tintas sobre la gobernadora María Eugenia Vidal como responsable de la decisión política de reprimir.

Con banderas, pancartas y repartiendo panfletos, los manifestantes cortaron parcialmente el tránsito de la céntrica esquina platense. En ese sentido, megáfono en mano, entonaron cánticos de apoyo a los trabajadores de PepsiCo y otros en los que apuntaron directamente al presidente Mauricio Macri y a la gobernadora Vidal. Además, portaban pancartas con leyendas como "en Pepsico todos adentro", "libertad a los despedidos" y "basta de represión". 

Fue la jueza Andrea Rodríguez Mentast quien autorizó el operativo. “Nosotros lo único que queremos es trabajar. No queremos que nos peguen. Hay compañeras heridas a quienes les pegaron. Somos mujeres y estamos pidiendo por nuestro trabajo", pidió una trabajadora que estaba en puerta y fue repremida junto a un grupo de mujeres.

En este contexto, María Luz Santos Morón, abogada y precandidata a diputada provincial por el FIT, también presente en el corte de 7 y 50, dijo a Infoplatense que "los trabajadores decidieron ingresar a la planta para resistir, defender su trabajo y evitar el vaciamiento de la empresa" pero que la respuesta por parte del gobierno fue "una represión brutal".

"Vamos a mantenernos acá, en el corte, exigiendo la liberación de los compañeros; se van a ir sumando también diferentes organizaciones de la multisectorial de La Plata, Berisso y Ensenada que acompañan a los trabajadores. Queremos frenar esta avanzada represiva y exigir la liberación de los presos", puntualizó Santos Morón, quien además aseguró que, dentro de los reprimidos, hay "muchas mujeres trabajadoras que son sostén de familia y que de un día para el otro vieron un cartel con la persiana baja diciendo que la fábrica no iba a abrir más".

Pasadas las ocho de la mañana, los efectivos apostados en las inmediaciones comenzaron a avanzar sobre una de las calles linderas a la planta, reprimiendo a los trabajadores que estaban en la entrada con palos y gas pimienta. “Llegaron y avanzaron sin mediar palabras. Nos empezaron a golpear y tirar gas pimienta”, relató el diputado del Frente de Izquierda Nicolás del Caño que acompañaba a los trabajadores.