A un año del doble crimen de Gorina siguen la pista de una abultada deuda económica

Miércoles 15 Mayo, 2024

A un año del doble crimen de Gorina siguen la pista de una abultada deuda económica

Lunes 31 de Julio de 2017

Sospechan que el acusado Sergio Maydana le debía una fuerte suma al cirujano asesinado, Guillermo Luna. La Justicia evalúa si le otorga o no el beneficio del arresto domiciliario a Flavia Silvina Rodríguez detenida como co-autora de los homicidios.

El próximo 22 de agosto se cumplirá un año de un crimen que causó gran conmoción en La Plata: en agosto de 2016, el cirujano Guillermo Luna (65) y a su esposa, la esteticista Laura Silvana Favre (42), fueron acribillados a balazos dentro de una camioneta Kia Sorento negra, que apareció con las puertas abiertas en un alejado paraje de la localidad de Gorina, sobre la calle 490 entre 136 y 137.

Así, la Justicia local define la elevación a juicio de la causa y, si le otorga o no el beneficio del arresto domiciliario a la policía Flavia Silvina Rodríguez (32), detenida como co-autora de los homicidios, junto a su pareja, el financista Sergio Ariel Maydana (38). En este contexto, la principal hipótesis de los investigadores apunta a una presunta -y abultada- deuda de dinero, que este último mantenía con el asesinado médico.

Al mismo tiempo, la familia de las víctimas persigue un cambio de calificación legal, ya que consideran que la actual imputación prevé una pena de hasta 27 años de cárcel y, en cambio, la que ellos plantean, que contemplea la alevosía, correspondería a perpetua, según publicó El Día. 

Se sabe que Luna y Maydana se conocían mucho. Compartían salidas y hasta realizaron un viaje juntos a Brasil. Las fotos que subieron a la red social Facebook evidenciaron la existencia de una relación estrecha y personal que, después, se habría transformado en un vínculo estrictamente comercial.

En el marco de las versiones que circularon en torno al crimen del cirujano, se presume que Luna aportaba dinero para que Maydana lo haga trabajar en el mercado informal, ya que estaba desocupado y esa fue la única manera que encontró de darle una mano.

Los mismos comentarios apuntaron a que Maydana consiguió varios clientes, a los que le cobraba la devolución de la suma entregada como capital, en cuotas, más un adicional por interés. Después se repartían las ganancias.

Según trascendió, ese circuito financiero funcionó sin mayores contratiempos, hasta que la rueda se cortó, por razones que todavía se intentan determinar. Por eso empezaron los reclamos de Luna. Su vínculo con Maydana se resquebrajó y una noche, cuando el médico había salido a cenar con la mujer, se encontraron o, fueron interceptados por los homicidas que, a sangre fría, los ejecutaron a tiros.

En este contexto, probada la situación de proximidad entre una de las víctimas y uno de los supuestos victimarios, más el extraño abandono que Rodríguez hizo de su puesto de trabajo en la comisaría de Gonnet, a la que sólo informó vía telefónica que le habían robado el arma y, que se iba unos días porque estaba amenazada, los peritos de la Policía Científica hicieron el resto.

Las huellas de Maydana y de su pareja aparecieron dentro de la camioneta de Luna, por lo que formalmente la jueza de garantías Marcela Garmendia les ordenó la detención, a pedido de la fiscal Leila Aguilar, que está a cargo de la pesquisa.

Los imputados se mantuvieron prófugos durante 80 días, hasta que cayeron en una pensión de la calle Neuquén, en la zona oeste de Bernal, del partido de Quilmes.

Después de negarse a hablar en la indagatoria, empezaron con lo que la familia de Luna llama “una estrategia”. Maydana pidió declarar y le echó la culpa a un colombiano apodado “Simpson”, cuya presencia en la escena nunca se comprobó. Mientras tanto, su mujer “se dio vuelta” y lo señaló a él como único responsable de las muertes.

Los cargos que les endilgaron fueron “doble homicidio agravado”, pero esa calificación no está firme, ya que la madre de Luna y uno de sus hijos, en el rol de particular damnificado, con el patrocinio del abogado Marcelo Peña, harán oportunamente un planteo para que sea más gravosa: “Doble homicidio calificado por alevosía y premeditación agravado por el uso de arma de fuego”.

La diferencia entre ambas imputaciones es sustancial, ya que la primera prevé una pena de hasta 27 años de cárcel y la segunda, perpetua.

El temor pasa por el pedido de prisión domiciliaria que ya formuló Rodríguez, poniendo como fundamento que es madre de una nena chiquita, de poco más de un año, la que requiere su atención.

Luna y Favre eran padres de una hija adolescente, hoy de 16 años. El cirujano, además, tenía otro hijo de una relación anterior.