“No estaba en mis planes subirme a un escenario una o dos veces por semana, como si fuese un actor o una cantante gorda de ópera. Tampoco estaba en mis planes cenar todos los jueves (en un camarín gigante) con mi madre, mi hermana, mi cuñado y otros diez integrantes de mi familia. Todos juntos y apelotonados y cagándonos de risa. Como si en vez de parientes fuésemos amigos que se juntan a jugar al póker”.

De esta manera escribió en su blog Hernán Casciari (bajo el título “Esto no estaba en mis planes”) cómo fue que comenzó esta aventura de subirse a las tablas junto a su familia y brindar un espectáculo que denominó Una obra en construcción, que este viernes a las 21 visita El Teatro Bar (43 Nº 632 entre 7 y 8).

-Si usted mismo dijo que no estaba en sus planes: ¿cómo fue que se originó esta pieza?

-Fue muy raro… Porque volví de España después de haber vivido 15 años y, estando en Argentina, presentaba algunos de mis textos y se me ocurrió invitar arriba del escenario, en esos recitales de cuentos, a algunos personajes de esos cuentos, que generalmente son parientes o amigos, porque tengo una literatura muy autorreferencial. Entonces los invité y nos divirtió mucho. Seguimos haciéndolo y la gente empezó a recomendárselo, porque la idea era hacer una o dos funciones, pero llevamos unas ochenta y pico… Todos los fines de semana hacemos alguna. Entonces tiene que ver más con la repercusión del público que con una estrategia o idea, nunca tuvimos la idea de hacerlo, queríamos ser una o dos y salieron muchas más.

Así fue cómo le contó a Infoplatense el escritor, el nacimiento de este espectáculo que en la actualidad los encuentra “más aceitados, sabemos más o menos lo que hacemos pero al principio no teníamos idea de lo que estábamos haciendo, ahora nos divertimos más”.

La propuesta de Casciari es “leer cuentos” y como sus parientes están en sus textos, los convocó para que “ellos lean pedacitos donde están ellos mismos y eso es lo que hacemos. No es teatro sino más bien radioteatro”, precisó el creador de la revista Orsai, que además agregó “todos accedieron del principio, empezaron mis primos que son más extrovertidos y se fueron sumando a medida que veían que ellos se divertían”.  

-¿Cómo es trabajar con la familia o ellos no lo toman como un trabajo?

-Sí, lo toman como un trabajo porque cobran por lo que hacen. Es divertido, no nos peleamos nunca, yo creo que en algún momento nos vamos a pelear. Lo hacemos en Capital y ahora salimos al mundo, tenemos que tener cuidado con los casinos porque a mi vieja le gustan mucho, pero vamos a Mar del Plata, Punta del Este y estamos en La Plata porque la mitad de la familia es platense, mi cuñado y sus hijos son platenses, así que vamos para allá dos por tres. Siempre resulta más divertido para ellos porque van los amigos.

La vida misma

La obra más conocida en la red del periodista es Weblog de una mujer gorda, que resultó ganadora del concurso de weblogs de la cadena alemana Deutsche Welle y fue editada en papel bajo el título Más respeto, que soy tu madre, luego un éxito en teatro con el protagónico de Antonio Gasalla.

Al ser consultado acerca de cómo se sentía salirse de la “zona de confort” de escribir para pasar a estar arriba del escenario, Casciari fue muy sincero: “no lo veo salir de la zona de confort, no me siento cómodo en la zona de confort. Yo siempre estoy haciendo cosas: la revista o una película, obras de teatro, pero no es para moverme sino porque me divierte jugar a todos los formatos que se puedan”.

-¿Y cómo hace para manejar todo eso?

-Son aristas diferentes de un mismo eje. Yo no creo que no diga nada que no tenga que ver con las historias. Y si el eje de todo es contar historias, hacer teatro o escribir un libro, o hacer radio o revistas es exactamente lo mismo, cambian los formatos pero en el fondo hay un tipo contando historias.

-¿Cómo es, entonces, la historia de esta obra?

-Una obra en construcción se trata de mi familia, que es raro, y para el espectador también es raro porque los que están arriba del escenario no son actores reproduciendo algo de un tercero que no está. Sino que mi vieja cuando habla de su marido muerto está hablando de mi papá, y eso tiene aristas rarísimas de encontrar arriba del escenario. Somos malísimos haciendo teatro pero somos absolutamente genuinos en lo que estamos contando y eso tiene algo que puede resultar interesante y, de hecho, le resulta interesante a la gente que lo va a ver.

-¿Cree que es trasladar la vida misma a las tablas?

-En todos los casos cuando una obra sube arriba del escenario tiende a trasladar la vida. En este caso, la diferencia es que las personas que están arriba vivieron exactamente esa vida.

Para el final, Hernán Casciari dejó una invitación para todos los platenses: “los convidaría a ir en familia: padres e hijos, madres e hijas. Porque lo que se cuenta arriba del escenario, después se comparte mucho en familia, porque hay algo que es hipergeneracional, por lo que me cuentan, la gente tiene esa clase de disfrute con la obra. Los convidaría a ir en familia, eso”.