El reclamo por la aparición de Jorge Julio López a 11 años de que se lo viera por última vez copó este lunes las calles de La Plata y estuvo marcado, en esta oportunidad, por un fuerte pedido por Santiago Maldonado, el joven que fue víctima de desaparición forzada con la presunta participación de la Gendarmería. Entre los planteos también estuvo presente el pedido por Johana Ramallo, la chica platense de la que no se sabe nada desde el 26 de julio y podría ser víctima de trata.

A diferencia de la militancia estudiantil, que el viernes pasado logró consensuar una sola marcha para conmemorar la Noche de los Lápices, esta vez hubo dos movilizaciones. La primera vinculada al kirchnerismo, que partió de Plaza Moreno y cerró con un acto frente a los tribunales federales; y la segunda integrada por diferentes vertientes de fuerzas e izquierda, que tuvo el mismo punto de partida pero cerró en Plaza San Martín, con la lectura de un duro documentos que incluyó cuestionamientos a los gobiernos nacional y provincial de Néstor Kirchner y Cristina Fernández y Felipe Solá y Daniel Scioli, además de los actuales gobiernos de la Nación, la Provincia y de La Plata.

Más allá de esas diferencias, notoria también en caudal de participación (la segunda triplicó o cuadruplicó en número a la primera), en ambas se reclamó con fuerza por Maldonado y Ramallo.

La marcha vinculada con el kirchnerismo contó con la presencia de Rubén López, el hijo del trabajador de Los Hornos desaparecido tras declarar en el juicio en el que fue condenado a reclusión perpetua por genocidio a Miguel Etchecolatz. López fue el encargado de leer el comunicado. También subieron al tablado montado en la esquina de 8 y 50 referentes de varias organizaciones de derechos humanos afines políticamente. Entre ellos Madres de Plaza de Mayo y ex detenidos desaparecidos. En ese acto también pudieron verse algunos candidatos a diputados bonaerenses y concejales de Unidad Ciudadana.

Minutos después de que en esa esquina Rubén López concluyera la lectura del documento, que incluyó los pedidos por Maldonado, Johana Ramallo y Emilia Uscamayta, en Plaza Moreno arrancaba la segunda marcha, la cual estuvo encabezada por un representantes de cada fuerza de izquierda que participaba, además de sobrevivientes como Nilda Eloy, quien más tarde sería una de las encargadas de leer el documento montado sobre plaza San Martín, frente a la Gobernación.

En el trayecto hasta ese espacio público, que incluyó una parada en los Tribunales Federales, la columna se extendió a lo lardo de más de siete cuadras. Cuando la cabeza llegaba a Plaza Italia, la cola no terminaba de salir de 12 y 50.

Detrás de la cabecera, en la que se pudo ver a varios de los candidatos locales que las fuerzas de izquierdas postulan en las elecciones, los distintos sectores políticos y sociales se acomodaron con sus banderas. Cada uno, con su impronta, acompañó la marcha con cánticos, muchos de ellos dedicados a la Gendarmería y a la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich.

Al llegar a la plaza, ya entrada la noche, Marta Ramallo, mamá de Johana, le habló a la multitud en medio de la emoción y el llanto. Después fue el momento de las adhesiones y de la lectura del duro documento contra quienes, según sus firmantes, son cómplices o encubridores por la desaparición de Jorge Julio López ocurrida el 18 de septiembre de 2006.

En el texto pidieron por López y por Maldonado. Por la liberación de “los luchadores populares presos”. Exigieron la renuncia de la ministra Bullrich. Pidieron juicio y castigo a los responsables de la inundación de La Plata y volvieron a pedir el “número real” de víctimas de la tragedia del 2 de abril. Reclamaron el aborto legal, gratuito y seguro y la puesta en marcha de políticas sociales; se expresaron contra las eventuales reformas laborales y educativas que atentan contra las mayorías y enumeraron una larga lista de crímenes impunes y nombres de víctimas de trata.

Ya entrada la noche, frente a unas 10 mil personas que sostenían carteles con los rostros de López y Maldonado y coreaban cánticos de lucha, los oradores culminaron con el grito “30 mil compañeros, detenidos desaparecidos, presente. Ahora y siempre”.