200 golpes de jamón serrano es un encuentro “con la verdad”

Domingo 12 Mayo, 2024

200 golpes de jamón serrano es un encuentro “con la verdad”

Jueves 14 de Septiembre de 2017

El actor Gustavo Garzón, creador junto a Marina Otero de la pieza que presenta todos los viernes y sábados del mes en la Sala Armando Discépolo, habló con Infoplatense y contó de qué se trata esta propuesta.

200 golpes de jamón serrano es un espectáculo creado e interpretado por Marina Otero y Gustavo Garzón, que subirá todos los viernes y sábados de septiembre al escenario de la Sala Armando Discépolo (12 N°1473 e/ 62 y 63), a partir de las 21 y con entrada gratuita (se acepta la donación de juguetes y juegos de mesa para ser entregados a hogares de niños).

Infoplatense contactó al actor Gustavo Garzón para que cuente cómo fue que comenzó con este proyecto: “yo tuve el impulso de ir a buscar a Marina Otero para hacer algo juntos y juntos fuimos creando el espectáculo. Después, los roles se dividieron, ella hizo la dramaturgia y dirección y yo quedé actuando y escribiendo unas partes, pero nadie me convocó”.  Es decir, que esta obra está creada desde el momento cero por ellos: “es una invención nuestra. Yo la fui a buscar a ella porque la vi en espectáculos que me gustaron mucho y se acercaba a algo que yo tenía ganas de hacer y nos juntamos y lo hicimos. Estuvimos un año y medio trabajando, un tiempo largo, porque había que inventar todo, no había nada pre concebido”.

-¿Cómo sería su propia sinopsis?

-Es difícil de explicar porque no es una obra convencional. Tiene algo de teatro experimental, de performance, algo de teatro de teatro documental, de biodrama, te diría que esa es la forma. El argumento se trata de un actor, que soy yo, que quiere buscar nuevos horizontes, nuevas energías, necesita expresarse de otras maneras, busca –tal cual como fue en la realidad- a una actriz y bailarina para concebir un espectáculo juntos en el cual él pueda hacer lo que tiene ganas de hacer: que es cantar, bailar, actuar, tocar la guitarra eléctrica, pero también es decir, ser, no sólo actuar. Y en ese marco la obra cuenta la relación entre este actor, acostumbrado a moverse dentro del circuito comercial de la profesión, con una referente del under, de la vanguardia, a la que le lleva 30 años y quien es la que va a dirigir el espectáculo. O sea que la obra se trata de la construcción de la obra.

-¿Cómo es actuar de uno mismo?

-Es no actuar. Hacemos de nosotros mismos y nosotros mismos actuando. O sea somos nosotros, y somos nosotros actuando, sin dejar de ser nosotros. Es el yo nuestro hablando, como estoy hablando ahora, y es este yo actuando pero con la problemática. Es decir, es estar, es ser, es hablar sin tono sin nada. Yo hablo bastante en la obra, ella también, cantamos, bailamos y hay filmaciones, es con multimedia, es medio moderno, tiene de todo. Es chiquito pero rendidor. Es ser verdad, uno busca la verdad, ella me estuvo grabando durante horas y horas haciéndome preguntas de mi vida personal como actor, mi vida familiar, mi vida amorosa y con todo eso Marina escribió una obra en las que están contenidas algunas cosas que yo le conté de mi vida y que las cuento en el escenario.

 

El título

Como en toda obra, el nombre que se elige es muy significativo, porque es su carta de presentación. En este caso, hay mucha curiosidad con 200 golpes de jamón serrano y se le consultó a Gustavo Garzón si se podía adelantar algo con respecto a ese llamativo título. Esto contestó: “No se puede adelantar nada, es un secreto que lo va a saber sólo un espectador por función. Un solo espectador va a saber por qué la obra se llama así, así que tienen que venir y tratar de ser ese espectador”.

-¿Por qué, entonces, la gente tiene que ir a ver la obra?

-Yo creo que tienen que venir a ver la obra en principio porque se van a sorprender con un género poco transitado. Se van a sorprender por muchas cosas: por la ferocidad del espectáculo, por lenguaje directo, por la ternura, por la música, por el baile, por la destreza de Marina, por mis intentos con la música. Pero por sobre todo porque tiene mucha verdad. Y mucha crudeza, y hablamos de lo peor de nosotros, nosotros desnudamos lo que nunca se muestra, trabajamos con lo oculto. Y esto no es una cosa de voyerismo sino que realmente es una filosofía que tiene que ver con el teatro y con ciertos pensadores, tiene que ver con que uno debe entregar algo y nosotros entregamos algo personal, esperemos ser bien recibidos, pero que entregamos, entregamos. Hay una entrega personal de ella y mía.