Roberta Carreri llega a La Plata para representar al Odin Teatret

Jueves 25 Abril, 2024

Roberta Carreri llega a La Plata a representar al Odin Teatret

Miércoles 24 de Enero de 2018

Una charla con la actriz italiana, que forma parte de la tradicional compañía dinamarquesa y llega con Huellas en la nieve y El Camino de Nora.

Desde hace 44 años que Roberta Carreri está “en el camino”. Así le gusta definir a esta actriz italiana su pertenencia al Odin Teatret, la compañía oriunda de Dinamarca, fundada por Eugenio Barba en 1964, que pasará por La Plata en estos últimos días de enero.

La sala 420 (42 N°571 entre 6 y 7) será el escenario en el cual se verán las demostraciones/espectáculos Huellas en la nieve (el miércoles 24, a partir de las 21) y El Camino de Nora (jueves 25, también a las 21). La llegada de Roberta representando al Odin se pudo dar gracias a la intervención de Silvia Pritz, bailarina y docente de la Escuela de danzas de nuestra ciudad, que se aventuró a traer a la compañía dinamarquesa por primera vez a la Argentina y hoy continúa haciéndolo.

Infoplatense charló tanto con Roberta como con Silvia, para que den a conocer de qué se tratará esta visita tan especial. En un español italianizado, la reconocida actriz hizo memoria de sus primeros años de carrera: “Mi primer recuerdo es la primer vez que vi el teatro en marzo 1973, en Bérgamo, una ciudad cerca de Milano (Milán), ver ese espectáculo fue una grande experiencia, que no había visto antes, los espectadores estábamos sentados en un marco alrededor del cual los actores se movían en el rectángulo y atrás de nuestras espaldas. Estábamos involucrados en el espectáculo, era en un idioma que no comprendía pero entendí todo porque hablaban con el cuerpo y con su voz. Fue muy impactante, lloré y después vi una muestra de trabajo de Eugenio Barba hizo con dos integrantes del grupo y eso fue revelador. Me asombró ver la seriedad del trabajo atrás, de un espectáculo que parecía una gran improvisación pero todo era orquestado en los mínimos detalles”. Desde ese momento, Roberta quedó “fascinada” y decidió hacer su tesis del Odin Teatret: “fui con ese pretexto de hacer mi tesis pero me terminé quedando desde hace 44 años”, reveló, quien se unió a la compañía en 1974.

-¿Qué sentimientos la atraviesan ahora, tras haber permanecido tantos años con la compañía?

-Tras un inicio que fue difícil, porque yo tenía 21 años y nunca había hecho acrobacia ni circo, fue muy duro el comienzo, pero con los años empecé a aprender el trabajo y a gozar. Y ahora me encuentro en el trabajo del actor para fascinar al director y al espectador. El actor no puede relajarse con el tiempo. En realidad, sí se puede porque por ejemplo hay un espectáculo que hago desde hace 31 años, que se llama Judith y también Huellas en la nieve, que lo hago desde el ’88. Pero hay que renovarse, encontrar nuevos caminos para mantener viva la llama y uno se transforma como actor, en una situación de búsqueda permanente, de equilibro precario llamo yo. Y ¿qué significa eso? Significa que después de tantos años tengo una sabiduría pero necesito también ponerme en situaciones donde necesito aprender más, donde mi sabiduría no es suficiente, puedo confrontarme con retos que me permiten seguir creciendo, si no hay esto la situación se vuelve estancada y eso no es bueno para la creación. Yo hace 44 años que me quedo en el Odin, pero hace 44 años que estoy siempre intentando crecer, que estoy en el camino.

 

Las obras

Con las mismas palabras claras y específicas, Roberta nos adelantó que se verá este miércoles y jueves en la Sala 420. Sobre Huellas en la nieve especificó: “es la historia de mi trabajo en el Odin teatro, de mi comienzo, de cómo he aprendido el entrenamiento y como he utilizado lo que aprendí para la creación de personajes y las obras que Eugenio puso en escena. Se ve el entrenamiento físico y vocal, entrelazados con fragmentos de espectáculos. Es una clase performance, una clase espectáculo”. Por otra parte, para referirse a El Camino de Nora, la actriz italiana precisó: “lo he creado hace 5 años, tiene como tema la improvisación. En los espectáculos de Odin, Eugenio cuando crea toma como punto de partida las improvisaciones de los actores y los materiales que ellos podían ofrecerle. Y en este espectáculo explico cómo es el trabajo de creación del actor, como se ha desarrollado en el curso de los años, mi trabajo, desarrollando las herramientas de la creación. Muestro diferentes tipos de creación, los entrelazo con fragmentos de espectáculos y termino con un trabajo sobre la última página de Casa de muñecas, de Ibsen, donde adapto el método del Odin teatro para poner en escena esa última página”.

No será la primera vez de Odin Teatret en nuestra ciudad, pero sí la de Roberta Carreri, a quien le adelantaron lo “hermosa” que es La Plata, por ese motivo está muy ansiosa por conocer las diagonales y por su presentación. Para todos los platenses, que tendrán dos ocasiones de ir a verla, realizó la siguiente invitación: “es una oportunidad única de ver lo que pasa atrás del telón negro que uno ve sobre el escenario. Demuestro la otra cara de la luna”. Imperdible.

La llegada

En los 90 comenzó el acercamiento entre Odin Teatret y Silvia Pritz. Si bien ella conocía el trabajo de la compañía y había leído varios trabajos de Eugenio Barba, sintió una conexión especial: “yo vengo del mundo de la danza, también del teatro, y lo que proponían era muy parecido al trabajo de Ana Itelman, una coreógrafa excepcional, maestra argentina en el San Martín y con quien yo trabajaba. Ella se suicidó en el ‘89 y en esa búsqueda de seguir formándome me encontré con ellos y entre fines del '95, principios del '96 tengo la posibilidad de traerlos, porque se me juntan personas que los conocen. Una amiga en Montevideo trajo a la compañía en esa época y ahí me embarqué en semejante historia. Vino la compañía entera con un espectáculo que tuvimos que armar todo, hicimos como 9 funciones y había 5 espectáculos unipersonales, talleres que se daban en la sala Ana Itelman que yo tenía en ese momento”. Desde ese momento, se hizo amiga de Eugenio y de la compañía, y continuó trayéndolos: “pasaron muchos años, yo viajé para allá con Eugenio, me encontraba mucho con él y algunos de su grupo me preguntaban porqué me interesaba la compañía y les contaba que era lo más cercano a lo que había hecho y hacía. Empezamos a cruzar información sobre la metodología, la técnica, el training y teníamos puntos en común, así fuimos entrelazándonos”.

Silvia recuerda que, después de algunos años sin venir a la Argentina, la compañía regresó en el 2017: “en enero del año pasado me cuentan que les quedó un espacio libre para marzo porque no hacían la gira de Ecuador y volvían a ir a Montevideo. En un mes y medio armé la producción de marzo de 2017 y fue genial lo que hicimos en Recoleta, fueron unas jornadas para estudiantes universitarios de teatro, 3 días gratuitos para 300 personas, desde las 10 de la mañana hasta las 18 con todo: master clases, demostraciones, charlas y además, los espectáculos”.

-¿Cómo se le ocurrió el desembarco de Odin en La Plata?

-Le propuse a la Sala 420, les interesó mucho la cuestión y me propusieron ir. Yo conozco mucha gente de muchos años de allá, más de danza que de teatro, porque hace 18 años doy clases en la escuela de danzas de La Plata. Por eso me parece interesante poder llegar, que los círculos se amplíen, que se haga el cruce y se terminen las divisiones en las disciplinas. Yo adhiero a ese formato de pensamiento y de práctica que tiene el Odin, en que tiene que ver con que ya estamos grandes para ponerle rótulo a las cosas…

Silvia no es productora, hace todo a pulmón y aloja a Roberta en su casa, y habla de los vínculos que les deja el teatro: “Como dicen Roberta y Eugenio en sus libros el teatro y esta práctica arma relaciones, modos de vida y da cuenta de todo esto, de estas pequeñas islas que vamos armando por otros lugares que no son lo que te impone lo estrictamente social, sino como te ingeniás para inventar otras relaciones más ricas, más verdaderas y que no pasen por el lugar del consumo solamente, por eso las entradas son lo más accesible posible”.

Desde su mirada, nos contó de qué se tratan las dos obras que llegan a Sala 420: “son dos demostraciones que tienen distintas propuestas, pero tienen que ver con esto de develar los secretos o el trabajo de un actor durante años, a través de fragmentos de partes de obras de ella, por las que fue pasando. Cuenta como organizó sus personajes, como fue su entrenamiento, como llegó a Odin, su biografía de actriz, pero a través de cosas escénicas, prácticas, visibles. Empezó a los 21 y tiene 64, se ve cómo fue cambiando. Es muy interesante para el público en general, pero la gente que se dedica a la profesión toma conciencia de esto, me parecía bueno que después de tiempo que no habían venido acá, la gente se pueda encontrar con estos maestros de generaciones, que son los integrantes de Odin”.