8M: un antes y un después en cada rincón de la Argentina

Jueves 25 Abril, 2024

8M: un antes y un después en cada rincón de la Argentina

Jueves 08 de Marzo de 2018

Una fuerza muy grande y profunda crece y sacude a la sociedad Argentina. Una voz que son millones de voces, que van encontrando las palabras, los caminos, las acciones para gritar cada vez más fuerte y hacernos oír. Las mujeres, nosotras, tan borradas de la historia oficial y sin embargo tan imprescindibles en la lucha de los pueblos por sus derechos y su liberación.

Con sólo mirar América Latina, encontramos a las mujeres criollas, mestizas e indígenas participando de los combates emancipadores y rompiendo el orden establecido. Estaban excluidas de las decisiones políticas, jurídicas, civiles y militares pero al ingresar a esas formas de lucha traspasaron el espacio privado del hogar y la familia, revirtiendo en forma momentánea su situación. Encontramos a Juana Azurduy, primera Generala de las Fuerzas Armadas de la Nación a quien Belgrano le obsequió su espada o Micaela Bastidas y Bartolina Sisa, al mando de tropas junto a Tupac Amarú. Los castigos fueron atroces, cárceles, torturas y ejecuciones, por haberse rebelado de manera doble: contra el español y contra el rol social que se les imponía a las mujeres. Bartolina Sisa fue llevada a la Plaza Mayor de La Paz, atada a la cola de un caballo, paseada por las calles portando un palo a modo de cetro y con coronas de espinas, recibiendo azotes antes de su ejecución. Su cuerpo fue descuartizado, amputándole las manos y cabeza que fueron llevados a los pueblos vecinos para que sirviera de “escarmiento”, como relatan los documentos de la época.

Es un grito que viene de nuestra historia, que crece y va sacudiendo hasta al gobierno más insensible. Que nos va fortaleciendo, porque estamos hartas. Muy. Hartas de la doble opresión que día a día atraviesa nuestras vidas: por ser parte de nuestro pueblo que sufre el ajuste, la desocupación y la pobreza; pero también opresión por el hecho de ser mujeres. No es fácil. Es muy difícil. Estar en el surco, trabajando de sol a sol con los pibes a cuesta y que te mande a callar el patrón, el marido y a veces hasta tus hijos varones…y animarse a alzar la voz. No es tan sencillo, “parar” la olla en tu casa y llenas de indignación, bronca y dificultades, organizar el Comedor del barrio para los cada vez más pibes que pasan hambre. Hacer valer nuestro trabajo, dentro y fuera de la casa. Tratar de irte, de escapar, de terminar con los insultos y los golpes, sin plata ni casa ni trabajo, con hijos y moretones. No caer en una red trata y que te “trague la tierra” o morir por un aborto clandestino, algo que sucede a más de medio millón de mujeres por año (muchas de ellas adolescentes, a veces niñas) en nuestro país.

Es difícil, ante el gobierno de Macri, que nos habla del “crecimiento invisible” mientras con su política de ajuste agudiza tremendamente las condiciones sociales que aumentan la desigualdad, la violencia y el maltrato. Que encajona la Emergencia Nacional en Violencia contra las Mujeres mientras cada 28 horas una mujer es asesinada por ser mujer, y sólo en los primeros días de Enero de este año fueron 13 los femicidios denunciados.

No es fácil, pero es necesario y urgente. Por eso cada vez somos más y hoy paramos, marchamos, nos juntamos, nos organizamos, lo decimos, no nos callamos! Exigimos basta de ajuste y pobreza, igual salario por igual trabajo, jardines materno-paternales en los lugares de trabajo, barrios y lugares de estudio. ¡Basta de femicidios! Declaración de la Emergencia en violencia contra las mujeres, desmantelamiento de las redes de trata y prostitución, aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y cumplimiento de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva ¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir!

Porque sabemos que podemos transformar la realidad y que la resignación mata. Porque seguimos escribiendo la historia, la verdadera historia. Porque vivas nos queremos y sin tierra, techo, trabajo, salud y educación no hay Ni una Menos!


(*) Docente universitaria. Dirigente PTP. Facebook: Ana Rusconi - Twitter @Ana_Rusconi