Más allá del homenaje a quien es considerado -y así se remarcó en todos los discursos- como el "padre de la democracia", el acto de este viernes en la Plaza Moreno de La Plata, cuando se descubrió la estatua de bronce de Raúl Alfonsín, dejó al descubierto algunas intrigas políticas dentro de Cambiemos, la coalición gobernante en la que conviven el PRO, como fuerza principal, y la UCR.
Algunos cánticos de los jóvenes radicales vinculados con la vida universitaria platense en rechazo a esa alianza constituyen una de esas lecturas. Los militantes de Franja Morada sostienen en su propia militancia, cuando hacen campaña en las facultades, una mirada distante respecto de la conducción partidaria que cierra filas con el macrismo. En el acto de este viernes apenas pudieron acercarse al escenario y sus cánticos se escucharon desde lejos.
Una interpretación semejante podría leerse en el rol "marginal" que tuvo Ricardo Alfonsín en el acto, ubicado en un extremo del escenario y sin posibilidad de hablar, como sí lo hicieron otros de los participantes. Conocida es su postura crítica respecto de las políticas que lleva adelante el Gobierno. Una imagen suya (foto), sentado en el extremo más lejano del micrófono y como único portador de un paraguas puede parecer un metáfora de su situación en ese escenario y en la vida interna de Cambiemos.
También son una señal, aunque en sentido contrario las palabras de Alfredo Cornejo, el presidente del Comite Nacional radical, con una marcada defensa de la política del gobierno nacional en todos los órdenes, y de la propia gobernadora María Eugenia Vidal, con algunas conceptualizaciones de lo que según su criterio representa Cambiemos para la política argentina, y que podrían leerse como una respuesta a las críticas.
"No hemos podido pagar la deuda social en materia de pobreza, de distribución del ingreso y estamos más pobres que cuando iniciamos la democracia", arrancó Cornejo. "Esas deudas sociales los dirigentes de mi generación que estamos gobernando la Argentina tenemos que saldarlas y creemos que hoy con Cambiemos hay una posibilidad concreta, porque en estos dos años lo estamos demostrando que podemos hacer que la Argentina crezca, se desarrolle, tenga mayor integración social, tenga una economía sana, instituciones políticas fuertes, que reduzcamos la pobreza al mínimo", dijo.
Y cerró: "Tenemos esa chance en el marco de Cambiemos. Tenemos que seguir con está línea que estamos desarrollando con esta coalición gobernante", antes de gritar "Viva Raul Alfonsín, viva la democracia".
Y María Eugenia Vidal, la última oradora, cerró su discurso reivindicando la aparición de Cambiemos como fuerza política de renovación en el país para "saldar las deudas sociales". También tuvo gestos hacia los radicales presentes en la plaza que gritaban por Alfonsín: "Grítenlo bien fuerte", les dijo.
Citando al ex presidente, la gobernadora expresó que él decía "sigan a las ideas, no sigan a los hombres". Entonces marcó que Cambiemos "es una expresión de eso, no es ninguna persona en particular, es una profunda vocación de cambio democrático, es creer en el diálogo, en la diversidad, en que podemos saldar la deuda social con personas que venimos de ditintos lugares, que podemos tener diferencias, pero que sabemos que tenemos que aprender muchos unos de otros, y también de quienes no son de Cambiemos".
