La Sociedad Platense de Anestesiología (SPA) emitió un comunicado denunciando los supuestos retrasos del Ministerio de Salud Bonaerense en el pago de los salarios de los profesionales. Esta situación, según los anestesistas, ha llevado a la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones financieras, generando una crisis sin precedentes.

"Con sumo esfuerzo logramos mantener la cobertura de guardias, pero no podemos garantizar cuánto más podremos hacerlo si continúan los retrasos en los pagos", expresaron los afectados por la falta de cumplimiento del cronograma de pagos por parte de las autoridades sanitarias.

La situación se agrava con el paso de los días. En hospitales como el San Juan de Dios y el Hospital de Niños Sor María Ludovica, ya se han suspendido cirugías, y la medida podría extenderse a otros centros de salud como el Hospital Larrain de Berisso y el Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero en los próximos días.

Por otro lado, el Hospital Dorna de Montes y el Hospital San Roque de Gonnet también están en la mira de los anestesistas, quienes han advertido que tomarán medidas de protesta si no se solucionan los problemas de pago.

Este conflicto no es nuevo. La SPA ya había intentado tomar medidas similares en el pasado, pero fueron temporariamente resueltas tras una intervención del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA). Sin embargo, la situación ha vuelto a empeorar, y los anestesistas exigen una solución definitiva.

En este sentido, el IOMA propuso recientemente una contraprestación mensual de 12 millones de pesos para cubrir los servicios de los anestesistas, con la condición de reducir la cantidad de profesionales que facturan a la entidad a la mitad. Esta propuesta está sujeta a actualizaciones según las variables macroeconómicas del país.

La iniciativa del IOMA ha generado cierta controversia, ya que plantea que con un menor número de anestesistas se podrían mantener las prácticas quirúrgicas necesarias. Sin embargo, los profesionales afectados argumentan que esta medida no tiene en cuenta la complejidad y la demanda del sistema de salud.

Ante esta situación, queda por verse si las autoridades sanitarias y los anestesistas pueden llegar a un acuerdo que evite un colapso aún mayor en el sistema de salud pública de La Plata y sus alrededores.