El dictamen del nuevo megaproyecto en debate en la Cámara de Diputados ha generado gran controversia al proponer un aumento en la edad jubilatoria de las mujeres de 60 a 65 años. Esta medida, que afectaría a más del 75% de las mujeres, según estimaciones, despertó preocupación en diversos sectores de la sociedad.

La propuesta incluye la derogación de la ley 27.705, que establecía una importante moratoria previsional para mujeres con 30 o más años de aportes, permitiéndoles jubilarse a partir de los 60 años.

Sin embargo, con la eliminación de esta moratoria, las mujeres solo podrían acceder a una Prestación de Retiro Proporcional a los 65 años, con un haber mínimo equivalente a la Prestación Universal al Adulto Mayor (PUAM), sin derecho a pensión por viudez, y solo si demuestran encontrarse en situación de vulnerabilidad social.

Según datos de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), la mayoría de las altas de jubilación en el año 2023 se realizaron a través de moratoria, beneficiando principalmente a mujeres. Esto refleja la importancia de la moratoria como mecanismo de acceso a la jubilación para un sector de la población con trayectorias laborales discontinuas o informales.

El dictamen propone la creación de la Prestación de Retiro Proporcional como alternativa para aquellos que no cumplan con los requisitos de edad y aportes para acceder a la jubilación. Sin embargo, esta medida ha generado críticas y preocupación, especialmente entre los sectores con altos niveles de informalidad laboral, como el Personal de Casas Particulares y actividades sociales y de salud.

El debate sobre la edad jubilatoria de las mujeres sigue abierto, con diversos actores planteando alternativas para garantizar la protección social de las mujeres en edad de jubilación y asegurar que puedan acceder a una jubilación digna y justa.