Un lagarto overo atacó a una joven de 16 años en 25 entre 528 y 529. El inusual episodio ocurrió el domingo por la tarde y generó revuelo entre los vecinos, que se alertaron al enterarse que el animal mordió a la chica a la altura del tobillo. De esta manera, y tras recibir un llamado que advertía sobre la presencia de "un reptil que andaba mordiendo a la gente", llegó hasta el lugar una dotación de Defensa Civil (DC) municipal, que capturó al lagarto.

Según se supo, la chica caminaba por la vereda del Estadio Único cuando se sorprendió con la presencia del animal, que se le acercó rápidamente y le mordió uno de sus tobillos. En este marco, según informaron desde Defensa Civil, tras recibir un llamado de alerta, enviaron un grupo de efectivos que constataron la presencia del reptil. Así, confirmaron que se trataba de un "largarto overo de regulares dimensiones"; un ejemplar que sobrevive en descampados y zanjas pluviales y que en los últimos tiempos fue visto en City Bell, Lisandro Olmos, Gonnet, La Granja y Altos de San Lorenzo.

Según explicaron desde Defensa Civil la actitud del animal fue inusual ya que "casi nunca está involucrado en acciones agresivas para con los humanos". Sin embargo en este caso, según el relato de los testigos, el reptil saltó y se abalanzó con gran velocidad para morder y retroceder, hiriendo el tobillo de la chica. La lastimadura no fue grave pero ameritó revisión médica, según publicó El Día. 

Tanto en el enorme predio que ocupan el Estadio y otras dependencias oficiales, como en las dos hectáreas comprendidas entre 25, 27, 528 y 529 hay amplios sectores descampados y otros con acumulaciones de objetos en desuso, por eso se especula con que el lagarto overo -que fue capturado por Defensa Civil tras insinuar una breve resistencia- pudiera tener allí su guarida.

Al mismo tiempo, informaron que  en caso de cruzarse con alguno de estos ejemplares "no hay que acercarse más de lo prudente ni de manera repentina por más que parezcan inofensivos”. Así, los especialistas recomiendan no tocarlos, y facilitarles una vía de salida para que sigan la búsqueda de sus ambientes.