Efusivo homenaje a Dilma Rousseff en la entrega del Premio Rodolfo Walsh

Martes 30 Abril, 2024

Efusivo homenaje a Dilma Rousseff en la entrega del Premio Rodolfo Walsh

Jueves 11 de Mayo de 2017

La presidenta depuesta de Brasil fue galardonada este jueves en La Plata. Con el polideportivo de Humanidades repleto, Dilma recibió el premio de la mano de Florencia Saintout y un pañuelo blanco de Hebe de Bonafini. TODAS LAS FOTOS

La presidenta destituida de Brasil, Dilma Rousseff, recibió este jueves el premio Rodolfo Walsh en el polideportivo de la Facultad de Humanidades de la UNLP. El galardón fue entregado en mano por la decana de la Facultad de Periodismo, Florencia Saintout, quien estuvo acompañada en el escenario por la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien en mitad del acto, le entregó a Russeff el tradicional pañuelo blanco.

En un polideportivo colmado al pleno de su capacidad, se proyectaron dos videos en la previa a la entrega del galardón. El primero, con saludos de personalidades destacadas de la cultura, el periodismo y la política: entre ellos, Víctor Hugo Morales, Liliana Herrero y Estela Carlotto, a la que Bonafini no aplaudió. El segundo, mostró el recorrido político y personal de Rousseff hasta llegar a la presidencia, e incluyó imágenes de los ya galardonados Evo Morales, Rafael Correa y Cristina Fernández de Kirchner.

Luego de las proyecciones, la primera en tomar la palabra fue la referente de las Madres. “Fora Temer y Fora Macri”, dijo con énfasis al tomar el micrófono. Además, destacó a Dilma como “una compañera revolucionaria” y aseguró que es “tan grande como Néstor”. Aunque en ningún momento Bonafini se refirió al masivo acto en contra del 2x1, sí recordó cuál es su postura respecto al uso masivo de pañuelos en la plaza: “Este pañuelo tiene que ver con la política, no es un pedazo de trapo que recorre cualquier lugar”, sentenció.

Más tarde, entre cánticos y aplausos, tomó la palabra Saintout, quien agradeció al decano de la Facultad de Humanidades, Aníbal Viguera, y aprovechó para despacharse con una ironía: “Este edificio de Humanidades forma parte de la pesada herencia del Kircherismo”, afirmó con sarcasmo.  “Bienvenida Dilma a esta ciudad de luchadores que se llamó y se llama, para nosotros, Eva Perón”, agregó la concejal, quién se refirió a Rousseff como "una defensora de la patria grande y soberana”. En ese marco, Saintout resaltó que “este es un premio para los que no se arrodillan” y denunció que la dirigente brasileña fue víctima de “un golpe clasista, racista y misógino” un año atrás, cuando fue depuesta de su cargo tras un juicio político.

“Dilma sufrió por esa falsa política jurídica y mediática que tiene el delirio de imaginar que 61 votos pueden valer más que 54 millones y medio de votos del pueblo”, advirtió Saintout, y arriesgó una visión sobre el futuro electoral: “Si hoy hubiera elecciones Dilma ganaría en Brasil, igual que Cristina en Argentina”, sentenció.

Con la presencia del intendente de Ensenada, Mario Secco; la referente de Nuevo Encuentro Gabriela Cerruti y el ex juez federal Carlos Rozanski sentados en primera fila, llegó el turno de que Rousseff tomara la palabra. La dirigente destacó a La Plata como “un centro de lucha” en Argentina y emparentó a la ciudad con la figura de Cristina Kirchner, a quién definió en el plano político como “una gran líder” y, en el plano personal, “como una amiga”. Además, agradeció a Bonafini y Saintout y aseguró que recibir el premio representa “un honor” y simboliza su "capacidad de resistir”.

Al mismo tiempo, la brasileña se tomó unos minutos para mencionar  a Rosa Schonfeld -madre del estudiante de Periodismo desaparecido en 1993, Miguel Bru-  que estaba sentada a pocos metros del escenario. En ese sentido, sorprendió, además, aprovechando su discurso para pedir por la libertad de Milagro Sala. En ese momento, decenas de carteles con la foto de la dirigente jujeña brotaron entre la multitud y Rousseff fue ovacionada de pie por los movimientos estudiantes, sindicales y de mujeres, a los que también saludó y agradeció.

Pese a la lluvia, la concurrencia fue masiva y, antes de escuchar los discursos, todos los presententes entonaron no sólo las estrofas del himno nacional Argentino, sino también las del de Brasil, que fue interpretado por un artista local como un agasajo para Rousseff.