No explicitó si quiere se ser candidato. Evitó pronunciarse respecto de un alineamiento con algunas de las corrientes internas que por estas horas definen si se enfrantan o no en unas PASO bonaerenses. Eligió para hablar un tono calmo, despojado del fervor de campaña. Tampoco folclorizó el encuentro con simbología de la liturgia del peronismo que lo cobija. Como contrapartida, Gonzalo Atanasof pidió al auditorio repleto que lo acompañe y reivindicó desde el discurso su pertenencia a esa fuerza. Planteó como desafío de los dirigentes el de llegar a la elecciones legislativas de este año garantizando la unidad del PJ para recuperar en 2019 el gobierno municipal. Y ubicó a Cambiemos en el lugar del "enemigo" al que hay que frenar "para que no profundice el ajuste a partir de octubre". 

Fue durante la presentación de su "Diagnóstico sobre problemáticas y propuestas para la Ciudad" que realizó en el Teatro Opera de La Plata, con una apuesta novedosa, que incluyó la proyección de una serie de cortos documentales que lo tienen como co-protagonista con distintos entrevistados y que se desarrollan con unidades temáticas en diferentes escenarios de la ciudad. Así ejes como la "ausencia del Estado" en los barrios , de cuyo rol se definió fanático, o la crisis del sector productivo "como consecuencia de los programas de ajueste del Gobierno", se fueron sucediendo con intervalos en los que el dirigente profundizó su análisis. 

Ese diagnóstico, que tuvo siempre su correlato en una dura críticas a los gobiernos nacional, provincial y municipal, fue acompañado más de veinte propuestas para áreas centrales en la vida económica, social, cultural y educativa de la ciudad. El objetivo es ponerlas a consideración de la comunidad y sus representantes institucionales “con vista a la elaboración de un programa de acuerdos entre todos los platenses, que nos permita iniciar un nuevo proceso en La Plata: el del desarrollo productivo y la protección real de los derechos de sus vecinos”. El informe avanzó sobre áreas como la necesidad de obra pública y vivienda, protección de víctimas de violencia de género y familiar, mejora de los servicios municipales, educación, condiciones para la creación de empleo en el sector de la producción, y acompañamiento de los clubes y asociaciones barriales.

Invitados de distintos sectores y militantes lo siguieron desde las sillas ubicadas en la planta baja y en las gradas del "gallinero". La sala estuvo abarrotada y hubo bastante gente que tuvo que seguirlo desde afuera. Entre los presentes hubo comerciantes, empresarios, docentes, dirigentes de clubes y asociaciones, y productores del cordón fruti hortícola, 

UN ACTO ATIPICO

Fue una suerte de lanzamiento a medias. El dirigente no dijo que pretende ser candidato a concejal o diputados provincial pese a que en la interna del PJ todo el mundo sabe que esa es su intención. Tampoco marcó un alineamiento político con alguno de los dirigentes de nivel nacional, aunque es conocida su referencia con Daniel Scioli, y a través de él con Cristina Kirchner más que con Florencio Randazzo. 

Fue cuidadoso y tal vez por eso prefirió poner al enemigo afuera. "Los dirigentes peronistas tenemos la responsabilidad de garantizar la unidad para enfrentarnos con este ajuste, para ponerle un límite", dijo y agregó: "Entre nosotros puede haber diferencias que son matices, pero con estos que hoy nos gobiernan nos separa cuestiones más profundas, vinculadas con la concepción que tenemos de la política como herramienta de cambio".

En ese tramo más político, en el que pidió que lo "acompañen", Atanasof recordó sus antecentes como concejal, como diputado provincial y como administrador de Aubasa en la Autopista La Plata - Buenos Aires. "Ustedes me conocen, vengo trabajando de 2005 -dijo-. Ni yo ni el equipo que me acompaña somos improvisados como estos que nos gobiernan. Nosotros estamos preparados", remarcó, al límite de proponerse como candidato.

Nunca levantó demasiado la voz, eligió para la apertura que dos músicos recibieran a la gente que iba entrando a la sala y empezó puntual, a las 19.30. Dos o tres cámaras de televisión registraron y proyectaron todo lo que ocurría y al final no hubo marcha peronista si no una canción esperanzadora que invitada a mover el cuerpo mientras el dirigente mostraba una imagen familiar con sus dos hijos subidos al escenario y abrazándolo.

La cita del 31 de mayo era una apuesta fuerte para las aspiraciones de Atanasof en la interna peronista. El contexto general, marcado por lo que ocurre con el peronismo a nivel superustructural iban a condicionar el tono y sus posturas pública. Lo sorprendieron con muchas indefiniciones y tuvo que ser cuidadoso. No se salió del libreto de declamar la unidad y buscar el enemigo afuera de la estructura partidaria.

Ahora le queda seguir sentado en la mesa de las decisiones locales para ver si puede concretar sus aspiraciones de volver a ejercer su rol político desde una banca. O evaluar, si la disputa se vuelve demasiado sangrienta, si no es tiempo de desensillar y esperar a una mejor oportunidad.