Las autoridades de la facultad de Humanidades de la UNLP rechazaron la represión desatada el viernes pasado tras la marcha por la aparición con vida de Santiago Maldonado y por “las arbitrarias detenciones que se produjeron en ese marco”. En un comunicado emitido el domingo indicaron que estuvieron especialmente atentos a la situación de uno de los detenidos, Boris Meza, quien cuida el bicicletero de esa unidad académica y es hijo de otro trabajador no docente, Luis Meza.

“Como autoridades de la Facultad estuvimos el sábado en la Comisaría de la Comuna 15 de CABA, junto a sus familiares, pero no se nos permitió ver a Boris porque todos los detenidos estaban incomunicados”. Ya el domingo se les tomó declaración indagatoria en el Tribunal Federal N° 5 en Comodoro Py y Boris pudo transmitir a sus familiares que se encontraba bien.

“Queremos agradecer especialmente el asesoramiento recibido por parte de la Prosecretaría de DDHH de la UNLP, en particular de Verónica Cruz y Guadalupe Godoy, quienes nos orientaron sobre cómo intervenir y sobre cómo acompañar a los familiares para garantizar que Boris tuviera una buena defensa”, indicaron en el comunicado.

También expresaron que destacaron el trabajo de la CORREPI, “que desde el primer momento se hizo cargo de la defensa de todos los detenidos, lo que permitió que el juez firmara finalmente su excarcelación. Reiteramos por este medio nuestra solidaridad con Boris, sus familiares, compañera y amigos”. 

El propio Boris, ya liberado, expresó el agradecimiento con quienes se preocuparon por su situación a través del Facebook. “Estoy bien, libre y bien cuidado- No se ni que decir para poder agradecer con el énfasis suficiente a todxs lxs que pensaron en mi y me sacaron de ese horrible lugar llamado sistema penitenciario... Desde lo mas profundo de mi ser, gracias...”, escribió.

Tres días antes de la concentración en Plaza de Mayo, había posteado un texto rechazando la violencia en las protestas por considerarlas contraproducente. Entre otras cosas escribía: “La escalada de violencia en las manifestaciones por la desaparición de Santiago Maldonado me parecen contraproducentes. Creo que es la excusa que quiere la gente que se siente con miedo y que reparte miedo para mandar a la yuta a reprimir. Hay mejores formas de enfocar la violencia, formas más directas y repercutivas que tirar un bidón de nafta a una pared”.