La apuesta es a dos meses de campaña ultra municipalizada, con total ausencia de figuras nacionales y un relativo acompañamiento de la mandataria provincial.

Según trascendió, el objetivo de los intendentes pasa por reformular completamente la campaña en los próximos 70 días, asumiendo que hubo un fuerte voto castigo contra la gestión nacional y centrándose muy fuertemente en la dimensión municipal, tratando de responder las críticas mostrando las obras e iniciativas de gestión local.

Después de meses de haber abandonado la instancia de intercambio del Foro de Intendentes, se apuesta a la realización de un nuevo encuentro de jefes comunales y de candidatos sin tierra para inicios de septiembre. Previamente, los mandatarios oficialistas sostendrán un encuentro con la gobernadora y su jefe de Gabinete Federico Salvai. Vidal, por su parte, consciente del peso negativo que jugó la figura de Macri, también apostará a “provincializar” su estrategia.

Fueron pocos los jefes comunales de Cambiemos que lograron salir indemnes de la debacle de las PASO. Entre ellos se destaca Jorge Macri, quien derrotó por más de 40 mil votos al candidato del Frente de Todos Lorenzo Beccaria (además de lograr que Mauricio Macri venciera a Alberto Fernández en su distrito y que Vidal hiciera lo propio con Kicillof).

Pero esta performance fue una excepción en el área metropolitana, donde la mayoría de los intendentes de Cambiemos enfrentan serios problemas hacia octubre. En el caso de La Plata Julio Garro venció por más de 85 mil votos a la mejor candidata de la interna peronista, Florencia Saintout, pero queda 40 mil sufragios por detrás de la suma de las cinco listas del Frente de Todos.