Según María Castiglioni, del estudio C & T Asesores Económicos, esto constituye “un golpe fuerte a la actividad económica”, cuyos primeros efectos se verán en el sector agropecuario por la caída de los precios de las materias primas como por la menor demanda de estos productos en el mercado mundial producto de a recesión internacional, lo que generará un golpe para las exportaciones y la balanza comercial.
Otro sector de la economía nacional que sufrirá un impacto inmediato es el del turismo, que venía de una buena temporada estival, tanto a nivel interno como de turismo receptivo. En particular se clausura temporalmente la apuesta al turismo chino, uno de los horizontes de expectativa para el sector en este 2020.
Castiglioni añadió que en este escenario se resentirá el comercio y el consumo en general, por el mayor grado de aislamiento, lo que indefectiblemente impactará en la producción, que además sentirá el golpe de la complicación de los circuitos internacionales de insumos y logística (China es el único proveedor nacional de algunos insumos
Orlando Ferreres, titular de O.J. Ferreres y Asociados, consideró: “Evidentemente, todo esto tiene un impacto: basta mirar la cantidad de carbono emitida en China. Lo que ya se preveía como una caída de 1,5% del PBI, al final será de 2%”. El economista señalo que en un contexto así incluso se verá debilitada la que era una de las pocas esperanzas de recuperación económica, la del consumo popular el mercado interno gracias a las políticas de asistencialismo oficiales. Además, planteó un alerta por el impacto de la caída del precio del petróleo, que relativiza el rol de Vaca Muerta como motor de una reactivación productiva y de inversiones.
“¿Qué puede hacer el Gobierno? Lo que hacen todos los gobiernos: hacer tiempo y esperar que no haya mucho contagio hasta que aparezca una vacuna. Ese hallazgo llevará no días, sino meses, si uno es optimista”, concluyó Ferreres.
Ecolatina, la consultora fundada por el ex ministro Roberto Lavagna, destacó en un informe que aunque la economía China “está volviendo lentamente a la normalidad”, la situación en Occidente “escala peligrosamente y comienza a afectar el normal desenvolvimiento social, político y económico”. Además de coincidir con el pronóstico de contracción del PBI en un 2%, añade: “A nivel económico se observa un fuerte deterioro en el frente financiero, en el comercio internacional y una parálisis del consumo y la producción en aquellos países donde parte relevante de su población está en cuarentena”.
