El ministro de Economía, Sergio Massa, la secretaría de Energía, Flavia Royón, y el secretario de Comercio, Matías Tombolini, tienen pactada una reunión para el próximo lunes en la que buscarán llegar a un acuerdo de precios por cuatros meses con las principales operadoras de combustibles del país bajo el programa Precios Justos.

La idea del Gobierno nacional es avanzar en la misma línea que lo vienen haciendo con los productos alimentarios. Respecto a los combustibles, el objetivo del oficialismo es contener la suba durante la temporada de verano teniendo en cuenta el fuerte impacto del turismo interno que esperan para el cierre del 2022 y los primeros meses del 2023.

Recordemos que en los primeros días de noviembre, tanto YPF como Shell anunciaron aumentos del 6% promedio para sus combustibles. El incremento fue menor en la nafta (5%) que en el gasoil (7%), una diferencia que tiene que ver exclusivamente con las disparidades en el costo de importación, el precio en surtidor local y el volumen importado para completar la oferta local.

Si nos enfocamos en los últimos 12 meses, los números marcan que las subas acumuladas en naftas son del 52%, mientras que el ajuste en el gasoil trepa al 62% promedio luego de que el Gobierno aumentara de forma escalonada los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC) que habían sido postergados en varias oportunidades a lo largo de 2021 y 2022.

Así las cosas, las autoridades nacionales harán todo lo posible para extender el programa Precios Justos al rubro de los combustibles. Hasta el momento, la iniciativa del Gobierno logró fijar los precios de alrededor de 1.800 productos de primera necesidad por los próximos 120 días mediante acuerdos voluntarios con 113 empresas productoras y comercializadoras.