Cristina sacó a pasear a medio gabinete, Alberto Incluído

Jueves 25 Abril, 2024

Cristina sacó a pasear a medio gabinete, Alberto Incluído

Lunes 20 de Junio de 2022

"No me interesa quedar bien con ningún funcionario, me importa un pito" dijo en Avellaneda. “Ganar la elección para no cambiar nada, mejor quedarse en la casa”, señaló en el plenario de la CTA; aplaudió la designación de Scioli, aunque le marcó la cancha y exigió un cambio de rumbo; reclamó bajar los planes sociales y movilizarse por la inflación

Cristina Kirchner reclamó a Alberto Fernández controlar las importaciones para proteger las divisas y le pidió supervisar de cerca a 600 empresas que dominan el 75% de las compras al exterior. Fue durante un acto de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) en Avellaneda, en el que volvió a apuntar contra Techint por pedir dólares para comprar insumos que necesita en la construcción del gasoducto de Vaca Muerta.

"La economía produce dólares y hay un festival de importaciones. El Gobierno debe pensar articuladamente entre Banco Central, el Ministerio de Producción, que es el que autoriza las importaciones; la AFIP y la aduana la que fija los precios de referencia y controla que no haya subfacturación; y el Banco Central. Esto no estaría sucediendo", alertó la vicepresidenta, acompañada por el intendente Jorge Ferraresi y Hugo Yasky, titular de la CTA.

Y dijo tener "expectativas en que el ministro Daniel Scioli y el nuevo titular de la Aduana Guillermo Michel "puedan reencausar y reenderezar las cosas". No mencionó a Mercedes Marcó del Pont y al titular del Banco Central Miguel Pesce, a quien busca desplazar pero por ahora Alberto Fernández lo sostiene. En los últimos meses la vice intensificó su vínculo con Martín Redrado, ex jefe del Central entre 2004 y 2010.

Cristina identificó "un festival de importaciones" que realizan 600 empresas con el 75% de las compras externas, mientras que otras 24 mil explican el 25% restante. "No es tan difícil controlar esto", señalo.

Y aprovechó la ocasión para volver a reclamar al Gobierno que no le facilite a Techint divisas, como había hecho durante el acto por el aniversario de YPF, que provocó la reacción de Matías Kulfas y su posterior despido.

"Si tenés una empresa multinacional de la magnitud de Techint, si aparte tenés la posibilidad de hablar con sus directivos, pedirle que los 200 millones de dólares que le tienen que pagar a su subsidiario en Brasil la financien ellos o pidan un crédito en Brasil y entonces no tengo que darle 200 millones de dólares a 127 pesos el dólar para que me importe", explicó.

"Estas cosas son también usar la lapicera. No hace falta pelearse, ni agarrarse de los pelos. Esto es tener funcionarios y funcionarias que funcionen, que se sienten a discutir, no hay que agacharles la cabeza, tampoco pelearse, hay que discutirle, sugerirles orientaciones", dijo en clara alusión al presidente.

La vice acusó a la justicia de permitir más compras al exterior que las habilitadas. "¡Quiénes han aparecido en el mundo de las importaciones? Los jueces y los fiscales. Entre enero del 2021 y marzo de 2022 salieron del país 1.847 millones de dólares de importaciones autorizadas por jueces y fiscales con amparos. Más de 6.500 expedientes judiciales de amparos".

"Esos jueces no siguen la doctrina de Rosenkrantz. Donde hay una necesidad de dólares ahí habrá un juez y fiscal para darle dólares a los importadores", acusó.
Cristina recordó que al final de su gestión tenía permitía sacar hasta 2500 dólares por mes. "Hoy son 200 dólares y tenemos problemas", se indignó, en su discurso de más de dos horas, con la presencia del gobernador Axel Kicillof, de dirigentes identificados con el kirchnerismo y de sindicalistas de la CTA y la CGT, como Pablo Moyano.
También se vio al diputado albertista Eduardo Valdés.

La vice comenzó con un repaso de los indicadores económicos comparados entre Argentina y otros países del mundo para concluir en que la inflación no es por el déficit y las cuentas externas, sino por la concentración de los bienes. Y pareció pegarle a Alberto cuando aportó datos históricos.

 "A los que no les gusta mirar el pasado yo desconfío, será que además no le gustan las cosas que hicieron durante el pasado. Yo no tengo problemas con el pasado, con el mío, con el del peronismo. Creo que es muy importante. En nuestra propia historia encontramos las claves de lo que pasó y podés atisbar lo que puede pasar. No se puede actuar en el presente sin estos dos elementos: el conocimiento del pasado y la imaginación y la estrategia del futuro". 
Cuando estuvieron juntos en YPF, el presidente intentó minimizar sus dichos con una frase de la canción "Cantata de puentes amarillos" de Luis Alberto Spinetta, que dice "Nunca yo voy a decir que todo tiempo por pasado fue mejor. Mañana es mejor".
La vice esta vez le bajó el precio a la interna al dar por garantizada la "Unidad del Frente de Todos. Nunca estuvo ni estará en discusión. Esto que quede muy claro", enfatizó.

 Pero consideró que no tiene sentido "quedar bien entre nosotros. A mí no me interesa quedar bien con ningún funcionario. Me importa un pito. A mí me importa quedar bien con la sociedad, con los argentinos". Y le dedicó otro mensaje interno a las organizaciones sociales que se muestran cercanas a Alberto Fernández, al sugerir que reciben demasiados planes. "Con esta desocupación debería haber menos planes. El Estado nacional debe recuperar el control y la auditoría de los planes, que no pueden seguir tercerizadas".

"Eso no es peronismo. No es depender de un dirigente barrial para que me de el alta o la baja. Y sobre todo las mujeres, que son las más explotadas, las más basureadas. Si Evita los viera. ¡Mamita!", ironizó.

Y terminó con un arenga. "Pienso en la relación de fuerzas. Debemos apelar a nuestras mejores acciones y convicciones, como aquella, hace cinco años, cuando fundamos Unidad Ciudadana. Por eso hoy, somos gobierno. No nos olvidemos de dónde venimos. Ganar la elección para no cambiar nada, mejor quedarse en la casa".