Según el artículo 151 de la Ley electoral 24.444, la fórmula ganadora en la segunda vuelta será la que obtenga el mayor número de votos afirmativos válidos. En términos simples, se necesita solo un voto de ventaja para ganar, pero este proceso implica dos recuentos: el provisorio y el definitivo.
El secretario de Actuación Electoral de la Cámara Nacional Electoral, Sebastián Schimmel, sugiere que el desenlace del balotaje "probablemente será bastante parejo", destacando que este escenario pone a prueba los reaseguros de ambas agrupaciones políticas para asegurar la legitimidad del resultado.
Aunque se asegura que la tendencia será conocida el mismo domingo, en caso de paridad, podría ser necesario esperar hasta el escrutinio definitivo para proclamar al ganador, según la CNE.
Escrutinio Provisorio: Luces de la Noche Electoral
Los resultados del escrutinio provisorio, publicados la noche de las elecciones, carecen de validez legal. La Dirección Nacional Electoral, dependiente del Poder Ejecutivo Nacional, se encarga de informar los resultados al público el mismo día de la elección. Los primeros indicios se esperan entre las 20 y las 21 horas del domingo.
Escrutinio Definitivo: Tras las Huellas de la Legalidad
El escrutinio definitivo, con validez legal, es llevado a cabo por la Justicia Nacional Electoral, comenzando 48 horas después de que concluyen las elecciones. Este proceso utiliza el acta de escrutinio y los certificados de escrutinio.
Después del recuento en los centros de votación, los datos se trasladan al acta escrutinio, los certificados y el telegrama, firmados por las autoridades de mesa y fiscales. La urna se cierra y sella con una faja de seguridad, y el acta de escrutinio se guarda en un bolsín plástico sellado con un precinto rojo, junto con otros documentos.
Tanto la urna como el bolsín se entregan al personal del Correo, que los envía al lugar donde la Justicia electoral realizará el escrutinio definitivo. Los fiscales pueden custodiar las urnas y su documentación desde su entrega hasta que llegan a la Junta Electoral.
A diferencia del escrutinio provisorio, el definitivo abarca todas las urnas del país, incluyendo aquellas mesas cuyos telegramas no fueron enviados el día de las elecciones. No implica contar cada voto nuevamente, sino que se basa en las actas de escrutinio para evaluar la validez de los resultados, con los fiscales utilizando los certificados para cuestionar cualquier discrepancia.