El miércoles por la noche, un grupo de dirigentes del peronismo bonaerense se reunieron para diseñar la campaña bonaerense con el objetivo de garantizar la reelección y consolidar a Axel Kicillof como la alternativa más fuerte en toda la provincia de Buenos Aires.

La idea del grupo que tiene a Axel Kicillof y Máximo Kirchner a la cabeza es reunirse con frecuencia de ahora en adelante como si fuera una especie de “asamblea”. Hasta el momento, fueron 13 los dirigentes políticos que se sumaron a la mesa chica del peronismo en la provincia, pero habría espacio para un hombre más que sería colocado por Sergio Massa.

Entre los que formaron parte de la reunión se encuentran el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde; la vicegobernadora Verónica Magario; el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi; el ex intendente de Merlo, Gustavo Menéndez; la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez; el jefe de Asesores, Carlos Bianco; y el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis.

En tanto que se les abrió las puertas a aquellas figuras que terminaron perdiendo terreno en el marco de la lista de unidad de Unión por la Patria como Wado de Pedro, que bajó su candidatura presidencial; Andrés Larroque, que terminó afuera de las listas; Fernando Espinoza, quien tendrá una interna en La Matanza; y Mario Secco, que no pudo impulsar candidatos a diputados en la Tercera Sección electoral.

Quien se podría sumar con el aval de Massa es Luis Andreotti, el hombre del Frente Renovador (FR) que afronta su tercer mandato como gobernador en San Fernando luego de haber sido electo en 2011. Fue uno de los jefes comunales que se alineó con Massa para fundar el FR en 2013.