En la jornada de ayer, el Ministerio de Economía presentó en el Congreso el proyecto de Presupuesto 2024. Una de las proyecciones que llamó la atención tiene que ver con la inflación del 70% que espera el Gobierno para el año próximo, una cifra que representa casi la mitad del 135% proyectada como cifra final para este 2023.

Todas las variables nominales del proyecto fueron pensadas con una inflación muy por debajo de las estimaciones privadas. Si tomamos como referencia el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, las consultoras y entidades financieras privadas proyectan un IPC anual de casi 120% para 2024.

Además, el documento que ingresó al Congreso también estima un dólar oficial a $600, mientras que para el cierre de este año calcula que terminará en $367, lo que significaría un descongelamiento en el tipo de cambio oficial que actualmente se encuentra en $350.

En el Gobierno reconocen que el Presupuesto 2024 está “expuesto a la definición electoral y planes que pudiera haber”. La dinámica cambiaria sigue esta misma línea y se ve influenciada directamente por la dinámica volátil de una economía marcada por el contexto electoral.

Si bien para el año en curso se proyecta una caída de 2,7% en el nivel de actividad económica debido al impacto de la sequía que afectó al sector agropecuario, la expectativa está puesta en una suba de 2,5% en el PBI para el 2024. El oficialismo es optimista con pasar de un año recesivo a otro expansivo una vez superadas las condiciones climáticas que perjudicaron la actividad del campo.