Avenida 7 de 46 a 47 fue escenario este jueves de otro capítulo de alto voltaje entre los vendedores ambulantes, el Municipio y la Policía, durante un operativo en el que se intentó correr a los manteros y se les incautó mercadería. Hubo gritos, corridas e insultos en medio de la avenida, que estuvo cortada durante horas, y sobre la cual se dieron tensas negociaciones que incluyeron incidentes y, finalmente, la devolución de las cosas incautadas, tras lo cual volvió la calma.

Todo empezó alrededor de las cinco de la tarde cuando llegaron agentes de Control Ciudadano acompañados de la policía para levantar los puestos ambulantes y decomisar mercadería. Pero los manteros reaccionaron y cortaron el paso a una de las dos camionetas en las que estaba la mercadería incautada.

“Otra camioneta ya se fue llevandose todo y nos dicen que vayamos a buscar las cosas a 20 y 50, pero nos engañan como vienen haciéndolo siempre”. Lo contaba Silvina a Infoplatense mientras otros vendedores y algunos transeúntes que se solidarizaron cortando el paso y rodeando uno de los utilitarios de Control Ciudadano con la carga decomisada.

El tránsito fue cortado y al lugar llegaron decenas de efectivos policiales en camionetas y motos. Toda la cuadra se transformó  en un caos, con vendedores increpando a los efectivos policiales y funcionarios yendo y viniendo. Entre ellos, del gobierno y algunos de la oposición, como Norberto Gómez (UC), que se hizo presente en el lugar para mediar e intentar encauzar la cuestión.

El operativo fue llevado adelante por Control Ciudadano y la Policía Bonaerense, fuerza que no había participado de los procedimientos desde el primero que se registró este mes, cuando se hizo el primer megaoperativo desde que el intendente Julio Garro advirtió que iría a fondo contra el comercio ilegal para evitar que se perjudique a los comerciantes que pagan sus impuestos. Justamente con ellos se reunió días atrás.

Recién después de horas, cuando caía la tarde y la situación se puso más tensa que nunca, fue que los funcionarios aceptaron devolver la mercadería a cambio de que se fueran del lugar. Los manteros aducen que necesitan vender para comer. Y si bien la Comuna les propone trasladarlos a otros lugares lejos del centro, ellos sostienen que deben trabajar allí “porque es donde hay flujo de gente”. “Nos quieren mandar a las afueras: es como mandarnos a vender sardinas al desierto”, ironizó una de las vendedoras mientras intentaba explicarle a uno de los policías la necesidad que la empujaba a desafiar la ley y quedarse vendiendo en avenida 7.

El director de Control Ciudadana, Roberto Di Grazia, dijo a Infoplatense que una de las propuestas que hace la Comuna es trasladarlos a ferias que se montarán próximamente. Son tres: una cerca del Cementerio, otra en Altos de San Lorenzo y la tercera –en estudio- ubicada cerca de ruta 36. También se les ofrece cursos de capacitación en oficios para sumarlos a cooperativas de trabajo. Hasta el momento son unos 80 los ambulantes censados por la Comuna. Pero la mayoría prefiere seguir vendiendo en el centro.

El operativo municipal se encuadra en una decisión de la Comuna de avanzar con el control de la calle y un nuevo régimen de “convivencia” que no contempla la presencia de vendedores ambulantes. La Municipalidad cuenta con el respaldo de las asociaciones de comerciantes, con las que se reunión Garro en los últimos días. Paradójicamente, horas atrás, algunos comercios fueron clausurados y multados por “complicidad” con algunos ambulantes, a quienes ofrecían guardar la mercadería y refugiarlos cuando se producía algún operativo para sacarlos del lugar.