La ONG Caballos en Libertad reveló una preocupante cifra: de acuerdo a los números que manejan, cada día en La Plata circulan unos 2.000 equinos que son utilizados para cartonear, a los cuales se les carga cientos de kilos hasta saturar su capacidad. En tanto, desde la Municipalidad aseguran en la dirección de Protección Animal no cuentan con cifras, pero se estiman la presencia de entre 300 y 400 caballos en las calles. “Gasté hasta 6.000 pesos para comprar un caballo con el fin de rescatarlo. La Municipalidad y la Justicia hacen poco y nada por los animales que sufren maltrato y están condenados a morir en la calle”, aseguró Lucila Laberne, miembro de la Ong que se dedica al rescate de equinos en situaciones de maltrato.

En este contexto, Laberne hizo hincapié en la situación que atraviesan los caballos que son utilizados para el acarreo de cientos de kilos de desechos que luego tratan de ser reciclados. Así, seguró que se los ve  “flacos, castigados, y llamativamente explotados” y denunció la falta de intervención estatal en esta problemática: “No hay intervención oficial para terminar con este problema, no se aplican las normativas y cuando la policía colabora para salvar al animal hay distintos fiscales que resuelven desde el escritorio devolvérselos a los propietarios para evitar que haya protestas en las inmediaciones de sus oficinas”, indicó la proteccionista a El Día.

La denuncia de maltrato animal se disparó nuevamente tras una llamativa situación que se observó en un local de capital federal, donde tenían en una vidriera a un pony. La situación generó la reacción de vecinos, proteccionistas y una ola de imágenes en las redes sociales que condenaron el caso.

Al mismo tiempo, Laberne remarcó que las situaciones que se viven en la calle día a día son “más violentas” y que, en muchos de los casos, cuando los vecinos toman son testigos de una situación de maltrato y deciden hacer una denuncia, la policía lleva a la comisaría al caballo,pero “a los pocos minutos aparecen más de 20 personas para agredir al denunciante y a los efectivos policiales”.

Para las proteccionistas la situación está cada vez más difícil. “Tenés que tener mucho amor por los animales, porque si denuncias algo terminas atacado, ves cómo la policía intenta hacer algo, pero desde la Justicia y la Municipalidad no te acompañan. Y terminas diciendo: ¿para qué me meto en esto si voy a ganarme un disgusto enorme?, corriendo riesgos de toda clase”, explicaron desde la ONG.

Caballos en Libertad fue creada hace 5 años y aseguran que desde entonces han recuperado más de 300 caballos. Una vez que interviene la policía y la justicia decide sacárselo al dueño al comprobarse el maltrato sistemático, se lo entregan a la Ong y ésta lo lleva a un campo en el que lo recuperan y lo dan en adopción.

Ahora también hay un agravante. “Hay casos en el que el único camino es comprárlos para recuperar al animal, que puede llegar a tener lesiones casi terminales. Después no recuperás el dinero porque el caballo no te lo compra nadie. Pero esto tiene que terminarse porque se forma un mercado que juega con la desesperación de la gente que piensa como nosotros y no tolera ver a un caballo en las condiciones en la que es explotan. Se necesita una intervención más firme por parte del área de Protección Animal de la Municipalidad”, afirmó Laberne.

Por su parte, Dolores Oliva, titular de la dirección de Protección Animal de la Municipalidad admitió que “hay demoras en la solución de este tema, pero se están haciendo reuniones con distintas áreas porque es un tema que incluye numerosas aristas. No es fácil de resolver. Hay un proyecto que está en etapa de rediseño para reemplazar a los caballos por bicicletas, por ejemplo. Se inició un censo pero no hubo predisposición por parte de los propietarios de los caballos para continuarlo. Hay diferentes líneas de acción y pronto se va a encontrar la solución”.