Horas después de que los trabajadores de la Unidad Ejecutora Provincial que fueran cesanteados a fin de año pasado decidieran levantar la ocupación pacífica en el lugar, fracasó la primera reunión mantenida entre representantes gremiales y autoridades provinciales que adelantaron que mantienen la decisión de sostener los despidos y sólo consideraría la situación de una decena que tiene problemas de salud. La situación, considerada "una estafa" por los empleados, los llevó a decidir en asamblea volver a la permanencia pacífica en el lugar, pero ahora en la vereda del edificio de 8 entre 46 y 47.

En un comunicado emitido apenas conocido el resultado de esa primera reunión después del levantamiento de la toma, los trabajadores relataron que "mientras en calle 8 se llevaba adelante este procedimiento, representantes gremiales mantuvieron una reunión con las autoridades provinciales en la residencia del ministro Gabriel Sánchez Zinny, ubicada en calle 44 entre 5 y 6. Según informaron se trató de una reunión breve en la que el gobierno decidió mantener su postura, negándose a la reincorporación de los más de cien despedidos y 'ofreciendo' evaluar la posibilidad de reincorporación sólo de nueve trabajadores, dadas determinadas circunstancias particulares (enfermedades, etc.)".

Agregan que desde el gobierno de María Eugenia Vidal "señalaron que no volverían atrás con ninguna de las medidas adoptadas y que el jueves próximo comenzaría a citarse a reuniones particulares a los despedidos, sólo a efectos de informarles lo necesario en caso de que les correspondiera algún tipo de indemnización".

Es entonces que frente a lo que califican como una "intransigencia", los trabajadores decidieron permanecer en la puerta cortando la calle y realizar actividades para seguir visibilizando la situación