Muchos de los que vinimos a la edición 2018 del Cosquín Rock llegábamos con una inquietud intensa, en lo personal con la convicción de que todo iba a decantar. En un horario complicado como el de las 16.30 -y con la experiencia de otras ediciones- se presumía que el público estaría entrando al predio y bastante disperso. Sueño de Pescado tendría que salir a escena con ese panorama y las palabras y las especulaciones quedarían de lado. La ansiedad de los músicos -y también la nuestra- se sentía en el Aeródromo de Punilla y la banda de La Plata demostraría el gran momento que está atravesando.

A la hora señalada, en silencio, empezaron a entrar al escenario uno a uno ante el griterío y la emoción de muchos conocidos, para que suene el primer acorde que daría comienzo a la primera presentación de Sueño de Pescado en el Cosquín Rock .

"Mil pasos" fue el tema elegido para el arranque y ya se lo veía a un ansioso Manuel decidido a dar todo sabiendo lo que representaba. Rápidamente, como un rayo, pasaron a "Carcelero", momento en que empezaron a utilizar la lengua del escenario  para acercarse a las cientos de voces que no dejaban de cantar los temas.

Con "Nube negra" la banda se notaba más acomoda con el sonido, una lógica complicación en los festivales donde las pruebas no siempre son sencillas y concluyen en el vivo. 

Enseguida llegó un tema que sacude los corazones de los seguidores de la banda. "Los años ligeros" sonó y provocó lágrimas en aquellos fieles seguidores y amigos dispersos entre el público que disfrutaron de un increíble momento.

Fue momento para hacer lugar a "Maquinado" y "Buscan" para llegar a "Probaste un buen dolor", canción emblemática si las hay de una banda donde las letras traspasan como una ráfaga el corazón.
Los que conocen la historia sabían que iba a estar en lista "Rock sin vuelo". 

Momento de inflexión y ya nada será igual después de que termine "Todo se va". Con un abrazo más que simbólico en el medio del escenario del Cosquín, con la gente que carga sus mismos fantasmas, sumandonos a todos nosotros desde abajo, terminó el show. Sueño de Pescado está presente, mostró todo lo que tenia y sorprendió a muchos con un lleno en ese horario.

Lo que se vivió en camarines queda en camarines. Pero me llevo en el corazón este show, no siempre se vive el inicio de una nueva etapa donde no existe el límite.

Gracias Sueño de Pescado por esta catarata de emociones para todos los que luchamos para que nuestro rock platense crezca.