La situación del urólogo platense que fuera detenido por presuntos abusos sexuales contra pacientes se complicó debido a la aparición de al menos dos nuevas presuntas víctimas que lo denunciaron. En tanto, el profesional se negó a declarar ante la fiscal Betina Lacki y el Colegio de Médicos sigue de cerca el caso para definir si toma medidas.

Antes de sentarse ante la fiscal, al imputado se le informó que se habían presentado otras dos personas que indicaron que, según indicaron, el profesional se aprovechaba de su especialidad médica para atacarlos durante los controles de rutina.

Pero no fueron las únicas. Según se informó, por la tarde, en la fiscalía ya había otras cinco presentaciones que elevaron a nueve las presentaciones.

También señalaron que el profesional se negó a declarar por consejo de sus abogados defensores Juan José Losinno y Marcelo Botindari.

Por el momento, las acusaciones son por un hecho ocurrido el 27 de marzo de 2015, en uno de los consultorios de la Clínica De la Rivera, de la calle La Merced, de Ensenada. La víctima fue un paciente de 51 años.

“Es por demás trascendentalmente vejatoria, no solo porque la misma excedía la práctica exigida por el protocolo de actuación de un médico urólogo para evacuar la consulta sobre el control de próstata, sino también por las circunstancias de su realización, configurando de este modo un sometimiento gravemente ultrajante”, se precisó en el pedido de captura respecto de la conducta del profesional.

La fiscal también le imputó otro caso en perjuicio de un menor de edad, ocurrido en el 9 de noviembre de 2016, en los consultorios “Prestigio Médico” de la calle 39, entre 18 y 19, de La Plata.

EL COLEGIO

El caso del urólogo fue elevado al Tribunal de Ética del Colegio de Médicos de La Plata, entidad desde la que explicaron que no existe un “protocolo de urología”, sino un código de ética que cualquier profesional debe cumplir y respetar.

Las autoridades argumentaron que “el Colegio actuó rápidamente, se comunicó lo sucedido con el médico y fue elevado el Tribunal de Ética correspondiente, aunque todo quedará supeditado a lo que diga la justicia”.

“Es un delito sexual, que excede a la ética profesional y se transforma en un delito penal, que deberá resolver la Justicia y a partir de ese fallo la entidad actuará en consecuencia”, aclararon desde el Colegio de Médicos de La Plata.