La reaparición pública de Cristina Fernández de Kirchner este sábado en Quilmes despertó un intenso debate político en la provincia de Buenos Aires. La ex mandataria, tras recibir una invitación de la intendenta Mayra Mendoza, expresó su interés en participar en la inauguración del microestadio Presidente Néstor Kirchner. Sin embargo, más allá de la expectativa por su presencia, las miradas también están puestas en la eventual presencia o ausencia de quien actualmente lidera la provincia: Axel Kicillof.
"Es una buena oportunidad para reflexionar sobre este particular momento de la historia argentina, sobre este experimento del anarco-capitalismo y el sufrimiento inútil al que está siendo sometido el pueblo argentino", expresó la ex presidenta en referencia a su presencia en el conurbano bonaerense. Estas palabras no solo reflejan su posición política, sino que también plantean interrogantes sobre su relación con el actual gobernador y el curso que tomará el peronismo en la provincia.
El contexto político no podría ser más complejo. La Cámpora, agrupación política liderada por Máximo Kirchner y con fuerte influencia en la provincia, mostró discrepancias con la gestión de Kicillof. De hecho, recientes declaraciones de miembros destacados de La Cámpora, como Andrés Cuervo Larroque, Mario Secco y Jorge Ferraresi, quienes evidenciaron tensiones internas y cuestionamientos a la forma de hacer política de la actual administración provincial.
La reciente visita de Kicillof a Quilmes y Hurlingham, ambos bastiones de La Cámpora, reveló un distanciamiento palpable entre el gobernador y los intendentes afines a la agrupación. Esta mañana, en un intento por fortalecer su liderazgo, Kicillof se reunió con intendentes, gremialistas y otros miembros de la Mesa de Ensenada, con el propósito de consolidar un respaldo político ante las crecientes tensiones internas.
Los resultados de esta reunión confirman que Kicillof cuenta con el apoyo de numerosos intendentes, gremios e incluso organizaciones sociales, pero la incertidumbre sobre su presencia en el evento de Quilmes sugiere un clima de incertidumbre respecto a la relación entre la ex presidenta y el actual mandatario provincial. Mientras tanto, los ojos del peronismo bonaerense permanecen atentos, aguardando señales claras sobre el rumbo político que tomará la provincia en los próximos meses.
El lunes temprano, recibí una invitación de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, para la inauguración del microestadio Presidente Néstor Kirchner, que se llevará a cabo este próximo sábado a 21 años de le elección presidencial del 27 de abril del 2003, en la que mi compañero…
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) April 24, 2024