El Gobierno nacional oficializó nuevos cuadros tarifarios para los mercados mayoristas de electricidad y gas natural. Aunque la medida apunta a seguir ajustando el esquema de subsidios, se traduce en un cambio inmediato en las facturas residenciales a partir del 1° de julio.
Las actualizaciones fueron establecidas por la Secretaría de Energía a través de tres resoluciones publicadas este lunes en el Boletín Oficial, y configuran un nuevo paso en el proceso de “normalización” del sistema energético. Mientras la política de segmentación de subsidios sigue en marcha, la responsabilidad de estimar el impacto final en las tarifas recae ahora en los entes reguladores ENRE (electricidad) y ENARGAS (gas).
Electricidad: nuevo precio tope y ajustes
Mediante la Resolución 280/2025, el Gobierno dispuso un incremento del 1% en la remuneración de la energía no contractualizada. A su vez, se fijó un nuevo Precio Spot máximo para el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), que será de $13.433 por megavatio-hora (MWh) desde este martes.
Este mecanismo de precios transitorios —según aclaró la cartera de Energía— se mantendrá vigente de forma “excepcional y provisoria”, hasta tanto se implemente un esquema de libre contratación entre oferta y demanda, algo que se viene anunciando sin plazos concretos desde fines de 2023.
Por otra parte, la Resolución 281/2025 fijó los Precios de Referencia de la Potencia (POTREF) y el Precio Estabilizado de la Energía (PEE) que regirán para los distribuidores del MEM y para el sistema eléctrico de Tierra del Fuego entre el 1° de julio y el 31 de octubre de 2025.
Gas: leves bajas en el PIST y continuidad del ajuste
En el caso del gas natural, la Resolución 282/2025 determinó una leve reducción del 0,74% en el precio del gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), tomando como base el valor vigente fijado en mayo. Este precio sirve de referencia para calcular el componente más volátil de la factura de gas.
El traslado de este valor a las tarifas finales será definido por el ENARGAS, que deberá emitir nuevos cuadros tarifarios aplicables a los consumos realizados desde julio. En ese contexto, el Estado nacional mantiene la posibilidad de cubrir una parte del costo del PIST para mitigar el impacto en los usuarios, aunque bajo una lógica de subsidios cada vez más selectivos.
La eliminación de los “subsidios generalizados” es uno de los pilares del plan de ajuste que el Ejecutivo sostiene desde la asunción de Javier Milei. Según lo estipulado por el Decreto 465/2024, el sistema entró en una etapa de transición hacia subsidios focalizados, cuya vigencia fue extendida hasta julio de 2026.
Segmentación y ajustes por ingresos
En este esquema, los usuarios se clasifican en tres niveles según su capacidad económica. Quienes pertenecen al Nivel 1 (ingresos altos) deben abonar el costo pleno del servicio de gas, mientras que los Niveles 2 y 3 (ingresos bajos y medios, respectivamente) acceden a bonificaciones sobre un “consumo base” calculado en función del valor que pagan los del Nivel 1.
La medida también contempla actualizaciones en los costos de transporte y distribución de gas natural, que serán ajustados conforme a las revisiones tarifarias quinquenales en curso.
Emergencia energética prorrogada
Todas estas resoluciones se enmarcan en la Emergencia del Sector Energético Nacional, declarada por el Decreto 55/2023 y prorrogada también hasta el 9 de julio de 2026. En este contexto, la Secretaría de Energía mantiene la orden de elaborar e implementar un plan que garantice precios competitivos, condiciones de inversión sostenibles y previsibilidad para el sistema.
Impacto local: qué implica para La Plata
En La Plata y la región, donde el peso de los servicios públicos en los gastos familiares es cada vez más significativo, estos ajustes vuelven a poner el foco sobre el bolsillo. Si bien algunos sectores podrían verse beneficiados por las bonificaciones, la suba estructural del costo de la energía y el achicamiento de los subsidios ya repercuten en las economías domésticas y en la actividad comercial, que arrastra una fuerte caída del consumo.
Habrá que seguir de cerca la evolución de los nuevos cuadros tarifarios que emita el ENARGAS, y cómo cada prestadora traslada estos valores al usuario final, con especial atención en los márgenes de facturación durante los meses más fríos del año.